
Se formó una gran polémica porque la selección de escritores no incluía mujeres. La respuesta de la Embajada Francesa es que había dos criterios para seleccionar a los autores uno de ellos era haber sido publicado por una editorial francesa. Hay que aclarar que en Colombia hay talentos femeninos como Pilar Quintana y Margarita Posada.
Las reuniones con los escritores, tipo conversatorio, se realizaron en librerías, bibliotecas, y Centros culturales como el Cervantes y la Casa de América Latina. Yo asistí a dos: la que se realizó en el Instituto Cervantes y a otra en una librería en la Rue de Rambutaeu cerca del Centro George Pompidou.
La primera conversación a la que asistí fue en el Instituto Cervantes, el día que anunciaron el ganador del premio Herralde de literatura que era el colombiano
Ungar estuvo brillante. No está dotado de gran carisma, hay que decirlo, pero es un tipo auténtico. Que habla con contundencia, con una sinceridad aterradora. El fragmento que se leyó de la obra de Ungar, Las Orejas del Lobo, dejó al auditorio con ganas de leer más de este colombiano.
Juan Manuel Roca, siempre polémico, un artista de las palabras, de las maniobras lingüísticas, que se ganó también al auditorio. En esta oportunidad una traductora bastante ignorante sobre Colombia, mal punto para este tipo de eventos.
Fue toda una experiencia escuchar a estos escritores que luego de estar en París seguirían una gira por toda Francia.