lunes, 29 de noviembre de 2010

Les Belles Étrangeres: Doce escritores Colombianos en París


Tuve la fortuna este año de estar en París mientras este evento, organizado por la embajada de Francia en Colombia se realizaba en París. No fui a ver a los doce invitados pues no coincidía todo el tiempo. Pero me sentí un poco extraña: entre orgullosa y anonadada, al estar en un auditorio escuchando a escritores como Juan Manuel Roca, Tomás González, Antonio Ungar y Antonio Caballero. Los demás invitados incluían además a Fernando Vallejo, Santiago Gamboa, Jorge Franco, William Ospina, Evelio Rosero, Héctor Abad, Juan Gabriel Vásquez y Gonzalo Sánchez.
Se formó una gran polémica porque la selección de escritores no incluía mujeres. La respuesta de la Embajada Francesa es que había dos criterios para seleccionar a los autores uno de ellos era haber sido publicado por una editorial francesa. Hay que aclarar que en Colombia hay talentos femeninos como Pilar Quintana y Margarita Posada.


Las reuniones con los escritores, tipo conversatorio, se realizaron en librerías, bibliotecas, y Centros culturales como el Cervantes y la Casa de América Latina. Yo asistí a dos: la que se realizó en el Instituto Cervantes y a otra en una librería en la Rue de Rambutaeu cerca del Centro George Pompidou.
La primera conversación a la que asistí fue en el Instituto Cervantes, el día que anunciaron el ganador del premio Herralde de literatura que era el colombiano Antonio Ungar. Eso me puso feliz. Pero me puso más feliz escuchar ahí a ese gran escritor que es Tomás González y al final poder decirle que me alegraba un montón saber que al fin se le daba la importancia que tenía y le agradecí mucho por el personaje femenino que construyó en su novela Primero Estaba el Mar. Lamenté que la literatura fuera un fenómeno también mediático y se lo dije. El me agradeció. Es un tipo tímido.
Ungar estuvo brillante. No está dotado de gran carisma, hay que decirlo, pero es un tipo auténtico. Que habla con contundencia, con una sinceridad aterradora. El fragmento que se leyó de la obra de Ungar, Las Orejas del Lobo, dejó al auditorio con ganas de leer más de este colombiano.
Juan Manuel Roca, siempre polémico, un artista de las palabras, de las maniobras lingüísticas, que se ganó también al auditorio. En esta oportunidad una traductora bastante ignorante sobre Colombia, mal punto para este tipo de eventos.
El otro conversatorio era con Antonio Caballero en la librería Les Caliers de Colette. Allí en medio de una librería excelente, conversamos con este periodista colombiano sobre política, sobre libertad de prensa, y sobre su novela Sin Remedio. Caballero dijo que en esa primera y única novela el había dicho todo lo que quería decir y que por ahora prefería el periodismo porque le daba pereza escribir literatura. Caballero no fue tan áspero como me imaginaba fue tranquilo y me encantó aún mas en persona.
Fue toda una experiencia escuchar a estos escritores que luego de estar en París seguirían una gira por toda Francia.

Las orejas del Lobo de Antonio Ungar: un delicioso viaje infantil



Esta es la segunda novela de Antonio Ungar. La primera fue Zanahorias Voladoras. y antes de esas novelas había escrito dos libros de cuentos: De Ciertos Animales Tristes y Trece Circos Comunes. En noviembre de este año fue galardonado con el prestigioso Premio Herralde de Novela por su última obra, Tres Ataudes Blancos. Ungar es arquitecto pero sueña con vivir de escribir y nada más. Ha vivido en diferentes países como México, Inglaterra, España e Israel. Le encanta ir de un lugar a otro porque ama descubrir cosas nuevas siempre y eso se lo permien los viajes. Además de este prestigioso premio, Ungar formó parte de Bogotá 39.
Esa pequeña reseña biográfica porque hoy voy a hablar de la novela Las Orejas del Lobo de Ungar. La novela tiene capítulos cortos en donde quien narra es un niño pelirrojo que se enfrenta a diversos cambios en su vida, a la ausencia de su papá al nomadismo de su mamá y a su hermana. La voz del niño que cuenta las historias es una voz absolutamente sensorial que hace que uno como lector sienta muchas sensaciones de forma vívida y que desee a veces regresar a ese lugar de la infancia donde la preocupaciones eran otras. El niño narrador es un niño que ama el campo, la naturaleza y que odia la ciudad. Disfruta de los árboles de los animales de jugar con su hermana y de ver a su mamá.
La novela está llena de paisajes que son más rurales llenos de naturaleza de montañas vientos, ríos árboles que a mí en particular me hicieron recordar mi infancia calentana. A veces mientras leía la novela, que se lee de un tirón hay que decirlo, porque no solo es corta sino que engancha un montón por narrar desde una perspectiva diferente. Además creo que es una obra muy muy visual; todo lo que cuenta es tan fácil de imaginar que eso para mí fue maravilloso. Además creo que Ungar logra muy bien meterse dentro del mundo interno de un niño aunque a veces en algunas partes sienta yo al adulto que cuenta. Pero creo que es apenas normal.
Considero que es una novela que vale la pena leer porque nos muestra como para los niños nosotros los adultos somos una gente rara, diferente, a veces incomprensible; y cómo instituciones como la escuela resultan a veces absurdas y ridículas. Mientras leía Las orejas del Lobo no quería que se acabara estaba feliz leyéndola y prolongué lo que más pude llegar al final. Me gustó y creo que en esa novela se perfilaba ya al ganador del Herralde que tenemos hoy. Gracias por esa novela tan maravillosa.
Las orejas del Lobo puede ser un excelente regalo para esta navidad y una lectura fantástica para estas vacaciones.

Columna Mariana Jaramillo: Los tan mentados 100 primeros días de gobierno

LOS TAN MENTADOS 100 PRIMEROS DÍAS DE GOBIERNO

POR: MARIANA JARAMILLO FONSECA

Es el tema en todas partes y me parece importante hacer un repasito para ver cómo va la cosa. Lo primero que hay que decir es que Santos levanto el perfil de quienes están en el gobierno nombrando a personas muy preparadas y con mucha experiencia. La muerte de Jojoy ayudó bastante a consolidar su imagen lo mismo que la gestión de la Canciller Holguín con Venezuela. Además Santos ha sido cuidadoso con las Altas Cortes y se ha mantenido lejos de confrontaciones por ahora. Me parece importante que se esté preocupando por sacar adelante dos leyes importantes: la ley de víctimas y la ley de tierras. Ambas cosas son fundamentales para lograr cambios en el país pero falta ver qué pasa en el congreso y cómo terminan siendo de verdad estas propuestas.

No me convence mucho eso de las bancadas y la tal unidad nacional. Siempre me ha parecido peligroso querer homogenizar. Pienso que es mejor que exista disidencia, diversidad, para que así se lleguen a soluciones que favorezcan a todos y no a los intereses de unos pocos. Esas mangualas partidistas que están sucediendo me parecen sospechosas y además creo que son caldo de cultivo para continuar con la estela de corrupción que dejó Uribe.

De todas formas cien días es demasiado poco tiempo para emitir alguna opinión sólida sobre este gobierno. Lo que todos comentan son percepciones de estos 3 meses que sin duda han cambiado y han orientado, por lo menos el estilo de gobernar, hacia uno más estratégico, de más alto perfil, más tecnocrático, más gerencial, con un estilo que tiene una tendencia más hacia ir a la vanguardia en economía y en administración. Yo no sé si eso es bueno o no, sólo sé que es una forma diferente de hacer las cosas y habrá que esperar para ver como siguen sucediendo las cosas.

Hay que darle tiempo al tiempo y esperar a ver cómo funciona el equipo que armó Santos y ver cómo siguen sus relaciones con las cortes, con el congreso, cómo se da el proceso de nombramiento de fiscal, etc, porque esos serán también termómetros para medir los intereses del gobierno y su manera de actuar en situaciones de alta complejidad no sólo a nivel administrativo, sino ético.

LA ÑAPA: Felicitaciones a la comunidad índigena Wayú pues su sistema judicial fue reconocido por la Unesco como patrimonio inmaterial de la humanidad felicitaciones a los palabreros.