viernes, 27 de febrero de 2009

Bogotá parece retroceder a los 80 y 90 cuando era un horror


Bogotá ha tenido un cambio en estos último años y ha sido para mal. Tal vez lo más notorio sea en seguridad y movilidad, dos aspectos hoy críticos para la ciudad. En cuanto a movilidad me siento como en el 95 cuando llegué a vivir acá. Una ciudad caótica, con un tráfico endemoniado, conductores que no respetan y peatones imprudentes.
La cuestión de movilidad en Bogotá ha mejorado un poco por el transmilenio pero como es un sistema caro y sus costo no se compensa con buen servicio, muchas personas como yo, hemos decidido volver al bus o buseta. En tiempo la cosa es casi igual, hasta puedo decir que se gasta uno menos tiempo en un bus que en transmilenio, por lo menos para hacer el recorrido de mi casa al trabajo.

Claro que lo que uno se ahorra en plata montando en bus le saldrá a largo plazo en servicios médicos para curarse: la vena várice, por estar parado todo el trayecto, en úlcera nerviosa, por la bestia que va al volante, o posible ahogamiento o problemas respiratorios, por la comtaminación y por buses que casi ni tienen ventanas.
Con respecto a la inseguridad la cosa se ha puesto peor. Es mejor no hablar por celular ni en la calle ni en el bus. En la calle se lo rapan y en el bus se suben y también se lo rapan. Los policías se ven escasamente pues el pie de fuerza que hay hoy es insuficiente y debe ser aumentado. Esta inseguridad exacerbada se debe a que la ciudad está siendo gobernada por un señor que no tiene visión y no ha sabido aprovechar lo que hicieron sus predecesores.


Con mucha pena hay que decir que Samuel está echando a perder a Bogotá. Ya no tenemos la horrenda Caracas con chuzos que Diciendo y Haciendo dejó Pastrana en su alcaldía, pero tenemos avenidas contaminadas como la Ciudad de Cali o barrios con serios problemas de seguridad por pandillas y demás.
Lástima que ya la cultura ciudadana sea un bonito recuerdo; aunque debo decirlo, la cosa mejoró bastante y aun hoy se conservan algunas cosas, Colombia es un pueblo que olvida pronto y lo que pasa con Bogotá es prueba de ello.
Pero la cuestión de Bogotá depende también de la ciudadanía, en manos de quienes padecemos, recorremos y disfrutamos a Bogotá, está pedir que no se acabe con ella. Como habitantes de Bogotá debemos buscar la forma de hacernos oír y proponer alternativas para solucionar esta situación que nos afecta. No es fácil, peor es un deber ciudadano. Hay que buscar las formas de denunciar y hacerse oír.
Samuel y su gabinete deben escuchar con atención a los ciudadanos y tomar medidas que sirvan a la mayoría, enlas que se note el bien común por encima de intereses particulares. Deben ser políticas diseñadas y planeadas, no decisiones apresuradas y monetáneas, como me parece que ha venido sucediendo.

En este momento histórico, Bogotá debe ser una ciudad acogedora y turística, un polo de desarrollo del país y no un problema. Bogotá tiene que pensar en su futuro y convertirse desde ahora en una ciudad incluyente, de oportunidades para todos, una ciudad con varios recursos de movilidad a disposición de los ciudadanos, menos contaminada y más segura. Si Bogotá sigue como va, todo lo que había ganado bajo los procesos Mockus, Peñalosa y Garzón va golpear a los habitantes de la ciudad y obviamente sus finanzas, porque será una ciudad menos visitada que solo genera miedo.
Y ni hablar de las implicaciones políticas que una mala alcaldía de Bogotá tendría para el Polo. Ese sería un detonante para una división más profunda al interior de la colectividad. Por eso Pilas Samy, y hágase sentir con buenas decisiones y alternativas interesantes para la ciudad, si Samy lo hace bien gana el Polo y ganamos los que vivimos en Bogotá.


miércoles, 25 de febrero de 2009

El Carnaval de Barranquilla

Para Mar Y Mercedes Ortega Gonzalez-Rubio con mucho cariño

Para cuando salga esta columna, Joselito habrá muerto ya y la alegría del carnaval habrá pasado. Todos los años el sábado anterior al miércoles de ceniza que usualmente es a finales de febrero o principios de marzo se inicia en Barranquilla la fiesta más tradicional de la costa. Son unos días en los que las tradiciones africanas, indígenas, paganas y españolas convergen en una fiesta llena de color, declarada patrimonio oral e inmaterial de humanidad en 2003.

Los eventos más tradicionales son la Batalla de Flores que se realiza el sábado de carnaval en la que hay un desfile de carrozas en la que se arrojan flores. Este evento comenzó para celebrar el fin de la Guerra de los Mil Días en 1903. Otro evento lleno de colorido es la Gran Parada de Tradición, el domingo de carnaval, en la que desfilan grupos folclóricos tradicionales, cumbiambas y comparsas. El lunes se realiza el festival de orquestas en el que se compite por el Congo de Oro y también se hace otro desfile el de la Gran Parada de Fantasía en la Vía 40.

Son emblemáticos los disfraces de carnaval que son los que permiten hacer el gran desorden y que quien quiera desordenarse sin ser visto encuentre el espacio perfecto. Los disfraces son muy coloridos y lindos el de Marimonda, Monocuco, Garabato, Rey Momo, Negrita Puloy.

El carnaval termina con la muerte de Joselito Carnaval el martes antes del miércoles de ceniza. Ese día se llora a Joselito y se da inicio al período de recogimiento de la cuaresma. Por eso los días de carnaval hay un desborde de todos los sentimientos: alegría, ira, tristeza, inconformidad. Las comparsas y carrozas critican la actualidad, la ironizan y la subvierten para producir risa. Obviamente también se da un desborde sexual que hace que cada año, la Secretaría de Salud reparta condones en cantidades industriales para prevenir los embarazos y enfermedades de transmisión sexual.

Esta es una fiesta a la que me gustaría ir. Creo que disfrutaría mucho de los desfiles y hasta me encantaría desfilar disfrazada en una comparsa como Disfrázate como quieras o La puntica Na ma. Creo que hay que estar en esos días en Barranquilla para experimentar el cambio en la atmósfera de la ciudad y en la actitud de la gente que sabe que en esos días el tiempo se dedica exclusivamente a la gozadera.

Me gusta el carnaval porque es una fiesta de tradición y más que un derroche de trago sin motivo, hay detrás un trasfondo ideológico interesante. Espero algún día estar allá en esos días ojala en compañía de mis amigas costeñas y participar de comidas típicas, los bailes y poder meterme más de lleno en la fiesta pero menos como turista y más como participante.

Mi fascinación por la costa y sus costumbres viene no solo por mi amistad con Mar y Mercedes Ortega, barranquilleras, sino porque un día descubrí mi afición por la percusión de tambores, y la música de la costa, por su influencia negra, está plagada de esos ritmos que me encantan. Si señores, yendo al carnaval quiero ser la costeña que no fui tomar ron, jugo de corozo, patacón con suero, posta de sierra y comer alegría. Espero poder estar allá. Porque estoy segura de que quien lo vive es quien lo goza.

PSICÓLOGA PONTIFICA UNIVERSIDAD JAVERIANA

MAGISTER LITERATURA HISPANOAMERICANA INSTITUTO CARO Y CUERVO

Columna publicada el miércoles 25 de febrero de 2009 en el diario El Nuevo Día de Ibagué

martes, 24 de febrero de 2009

Se Busca: Superpack Papas Margarita BBQ

Esta entrada para protestar porque el Superpack de papas Margarita BBQ está agotado. No se consigue, mas o menos desde noviembre en Bogota, en niguna parte: ni en tiendas, ni en Carulla, ni en Exito ni en Carrefour, ni en Cooratiendas. En ninguna parte dan razón de ese producto.
Suena estúpido el post pero para mí, que soy gran comedora de papa en todas sus presentaciones y que mis papas de paquete preferidas son las BBQ de Margarita, es una ofensa como consumidora que el producto no esté disponible. No sé que pasará, porque en paquetes pequeños se consigue el sabor BBQ pero en presentación grande no.
Se preguntarán por qué el alegato y les voy a explicar. En Colombia hay otras marcas de papas fritas pero las más ricas en ese sabor y en los otros, son para mi paladar, las Margarita.
Las Super Ricas solo me las como cuando no hay opción y el antojo de papás es inmenso pero la verdad, estás papás saben mucho a químico, a sabor artificial. Las papas Pringles, que tienen un tarro café de sabor BBQ, son caras y aunque saben bien, creo que deben tener espolvoreada alguna sustancia que haga que uno se las trague todas, aunque sepan un poco a servilleta.
Las papas rizadas son buenas, pero insípidas y no tienen el sabor BBQ.

Me pone triste y de verdad no sé que hacer sin mi paquete grande papitas BBQ. Extraño las tardes en que al llegar del trabajo me sentaba a ver tele con mi paquetón de papas, descalza, en pijama. Extraño el picor perfecto de estas papas. Espero que con este post Papas Margaritas vuelva a distribuir este producto pues sé que no soy la única que las extraña.
NOTA: hubiera querido poner el logo de las papas Margarita o la imagen de un paquete pero me fue imposible. Pero no olviden el paquete era rojo... Gracias.

Adiós a D Artagnan


Un gran periodista se fue anoche luego de una larga y dolorosa enfermedad. Luego de ser premiado hace poco por el CPB Roberto posada Gacía-Peña, muy joven se despidió anoche en la Clínica del Country en Bogotá.
Columnista de obligada lectura del diario El Tiempo, sus columnas siempre actuales, llenas de humor inteligente, de crítica mordaz, y con una posición clara ante las situaciones. Es eso todo eso lo que admiro de este ido periodista.
Era un tipo divertido de conversación agradable, rodeado desde siempre, por su familia, y por las élites intelectuales y políticas del país, cosa que no le impidió criticar cuando debía a quien se lo merecía. Su prosa agradable, sencilla pero jamás ingenua son cualidades que deberían tener todos los periodistas.
Extrañaré revisar su columna porque ha sido modelo para muchos que escribimos sobre actualidad. Gracias a él renacieron con toda la fuerza las maravillosas Lecturas Dominicales de El Tiempo con nuevos aires pero conservando la orientación hacia el artes, la literatura, la política.
Gracias D Artagnan y buen viaje.

lunes, 23 de febrero de 2009

El jardín en Chelsea de Joaquín Botero: ir a New York sin volar


Joaquín Botero es colombiano, periodista de la Universidad de Antioquia. Durante su estancia en New York se desempeñó como periodista, además de otros oficios varios como repartidor de domicilios, lavaplatos y ayudante en mercados y negocios de comida.
Su libro nos muestra su experiencia en New York, en esos trabajos diversos y malpagos que hacen los emigrantes y su relación con una ciudad mitificada y con una gran carga simbólica para el arte, como es la Gran Manzana.
El Jardín en Chelsea está contado en primera persona como si fuera una crónica de un colombiano en New York pero ¿cuándo puede uno preguntarse si es o no crónica? Tal vez cuando empieza a interesarse en las vidas de otros, cuando intenta escarbar en otras mentes solo a través de interpretar sus gestos, su forma de vestir, cuando empieza a especular sobre otros y sobre la misma ciudad, creo que ahí esta obra puede ser leída como novela.
La forma en que está contada esta historia es divertida y creo que el gran mérito es que lograr retratar a New York con tanto detalle en cuanto a su diversidad cultural y racial que a uno le parece tener claro cómo es vivir allá, sin haber ido nunca.
Creo que Botero logra, con un lenguaje sencillo, sin pretensiones de gran literatura, simplemente con la idea de contar su vivencia y ser fiel a sus percepciones, un relato verosímil, humano pero no con la profundidad, digamos psicológica, que yo esperaba. Se nota que Botero se dedicó a trabajar en cada capítulo con esmero aunque no todos hayan salido tan bien, en especial para mi, en los últimos me sentí agotada porque me pareció que no había innovación alguna sino que se repetía.
Creo que es meritorio que su historia no haya caído en esos lugares comunes de sexo, drogas, moda, fiestas, galerías, lanzamientos de libros y Rock en los que hubiera podido caer por ocurrir la historia en New York. También se aleja del estereotipo del inmigrante y propone una forma de ser extranjero que es conformista, casi estoica. Una actitud que explora esa otra cultura sabiendo con claridad el lugar que, por inmigrante, ocupa en ella. Tampoco cae en ese espacio frecuente del nostálgico de su país que lo idealiza. En este sentido Botero gana puntos.

Se nota la influencia de Gay Talese, así como es evidente también que Botero es gran cinéfilo con espíritu aventurero al explorar el cine coreano y el japonés referido en varios capítulos. Su admiración por las diferentes bellezas raciales da cuenta de su mente detallista y su ojo avizor para detectar la belleza. Capítulos para destacar a mi juicio: Sugra, Turcos, Cafés, Geografías, Novias, Comedia y Geografía.
Considero que es un buen libro, vale la pena leerlo porque se disfruta y con él se puede viajar hasta New York y por momentos sentir que casi se conocen sus calles y el olor de los cafés que sirve Joaquín en el Edén.

viernes, 20 de febrero de 2009

El Rencor: Fabrizio Mejía Madrid, Mi coraje inexplicable


Fabrizio Mejía es mexicano. Colabora para revistas como Letras Libres, Gatopardo Chilango y Proceso. Según dicen sus biografías, su fuerte son las crónicas, pequeños actos de desobediencia civil de 1996 y Entre las sábanas de 1995. También tiene novelas, una de ellas titulada Hombre al agua, le mereció el premio Antonin Artaud 2004.
Físicamente este personaje parece muy joven, es un gran traga años. Su figura menuda y su baja estatura lo hacen parecer casi adolescente. Es un tipo con un gran sentido del humor amante de la rumba y los tragos.
Hace ya un par de semanas terminé este libro que leí rápido solo porque debía terminarlo. Aunque debo confesar que hubo una parte en que para mi mejoró bastante, no llenó mis expectativas.
El rencor es una novela que intenta explicar las intimidades y cochinadas del PRI y como se escala al interior del partido. La historia de Max Urdiales y las búsqueda de su mentor el Licenciado X es una historia un poco aburrida, que tiene toques de humor que para mi gusto, tiene la clara influencia de Paco Ignacio II un escritor mexicano que es de mis favoritos. El humor negro, absurdo y comprometido políticamente de Mejía en su novela es un eco del de Taibo.
La novela mejora en el capítulo titulado El Mundo, en el que Urdiales habla de su niñez, de la historia con su mujer y obvio, del partido que es que le ha dado todo. Ese capítulo me gustó porque habla de la infancia de Urdiales y sus fantasías, las olimpíadas del 68 y Tlatelolco. También rememora su adolescencia y hay episodios divertidos. El último capítulo, El Cielo, es el encuentro con el Licenciado X y su legado. Un legado construido a punta de favores.
La novela me parece de esas que se olvida rápido que no tiene algo que la haga fijarse en la mente o en el corazón del lector. Lástima que empecé con esta lectura de Mejía Madrid porque difícilmente volveré a leer algo de él, pues aunque terminé, fue un gran esfuerzo porque me aburrí.
El personaje es un gran burócrata que me aburrió. Que pena con ustedes lectores, pero a mi este libro no me gustó. Le falta gracia aunque debo reconocer que esa debe ser la historia de miles de partidos políticos latinoamericanos y de otros miles de politiqueros de oficio que mueren ricos porque saben usar los favores muy bien.

jueves, 19 de febrero de 2009

Columna de Mariana Jaramillo: Precarización Laboral

Este tema no es fácil. Me voy a referir a cómo hoy en día profesionales con posgrado o con gran experiencia, deben someterse a trabajos en donde sus condiciones laborales son, por decirlo de alguna manera, increíbles.

Me refiero a que en la actualidad, las empresas hacen contratos por prestación de servicios o freelance, en los que los empleados deben cubrir en su totalidad los gastos de salud y pensión, no tienen derecho a primas ni ningún beneficio. El otro tipo de contrato, es el que es a término fijo por 3 o 6 meses cada vez. En este contrato el empleado tiene derecho a salud, pensión, primas y demás pero con esa periodicidad es imposible, como en el contrato de prestación de servicios, acceder a un préstamo de vivienda, o a un crédito educativo. Así las cosas, los trabajadores de hoy están condenados a vivir al diario, a no poder planear nada a largo plazo porque sus contratos son inciertos y porque no cuentan con ningún tipo de respaldo que les permita ser candidatos a una deuda, que es la única forma de acceder a vivienda y educación.

Pero lo duro de esto es que no son pocos los profesionales que se encuentran en esas condiciones, son muchos y algunos con maestría y experiencia. Este fenómeno de la precarización laboral beneficia solo a las empresas. Porque en cuanto a las personas el golpe emocional de saberse amarrados a un trabajo que no les permite tener una casa, o un préstamo para continuar con su formación académica es muy complejo. Eso redunda en el desempeño diario de sus tareas. Empieza el agotamiento, la desmotivación, se puede llegar a estados depresivos o enfermedades de orden psicosomático como gastritis, colon irritable, gripas frecuentes que implican mayores gastos en incapacidades constantes. Parece que las empresas no tienen en cuenta eso. Y no piensan estratégicamente que un empleado en buenas condiciones laborales es un empleado productivo. Las empresas no piensan en que si garantizan a sus trabajadores la posibilidad de una calidad de vida mejor, estímulos en su trabajo como reconocimientos, bonos, días compensatorios, posibilidad de tiempo para capacitarse, harán de su equipo de trabajo un grupo sólido, creativo, productivo, propositivo lo que redundará en mayores utilidades para la organización.

Lastimosamente, las empresas colombianas no tienen esa mentalidad, como si la tienen empresas como Google que le brinda a sus trabajadores una serie de beneficios motivantes. Las empresas colombianas piensan en pequeño y en ahorrar pequeños gastos en lugar de pensar en que si invierten un poco más en sus empleados en contratos más largos, podrían garantizar un personal que rote menos y así ofrezca estabilidad en los procesos organizacionales. Pero eso no pasa acá. Cada día es más difícil encontrar un trabajo que ofrezca mínimas garantías para vivir con algo de dignidad.

Lo peor de todo es que la situación se va a poner más difícil y las empresas se aprovecharan cada vez más de la necesidad y el hambre de la gente y entonces crecerá el número de profesionales de calidad, con formación de posgrado, estancados para siempre en un trabajo que no ofrece ni lo mínimo y sin ningún horizonte mejor.

El deterioro emocional de estas personas es alto y fenómenos como el tipo de más de 30 años en casa de los papás es el pan de todos los días, pues los jóvenes no tienen los recursos para salir a vivir su vida y pagarse un apartamento, hacer mercado y pagar sus deudas. Esa situación de BonBril no solo perjudica a los padres sino que daña la autoestima de quien no puede irse aunque quiera, pues la falta de intimidad y el sentirse aún bajo las reglas paternas a esa edad, debe ser una pesadilla.

Mientras las condiciones laborales no mejoren, y parece que la cosa va de culo pal estanco, ser independiente, ganar dignamente y según la formación, es un sueño cada vez más lejano.

PSICÓLOGA PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA

MAGISTER LITERATURA HISPANOAMERICANA INSTITUTO CARO Y CUERVO

Ya que esta semana la columna no salió en el periódico por larga, acá la dejo para que la lean.

miércoles, 18 de febrero de 2009

Solo un Sueño o Revolutionary Road, película para ver


Ví esta película de Sam Mendez con Leo Di Caprio y Kate Winslet hace ya como 15 días. La verdad creo que es una buena película y la actuación de Winslet está de Oscar.
Lástima que no pueda decir lo mismo de Leo que aunque lo intenta no le cuaja, y eso, que en esta película muestra más carácter que en las otras que he visto de él. La cinta está basada en una novela de Richard Yates.
En la película la pareja de los Wheeler son aparentemente felices, con dos hijos, viven en una casita en los suburbios y eso para los años 50 parecía serlo todo. Digo parecía porque una mujer como April, interpretada por Winslet, decide que lo que tienen no es suficiente y le propone su marido, un vendedor con un trabajo rutinario, irse a vivir a Paris a intentar cumplir su sueño de actriz mientras trabaja como secretaria, y él se dedica a pensar qué quiere en realidad.
Cuando todo esta decidido, empieza el drama, las dudas y surge una situación inesperada, y la relación que parecía sólida se empieza a resquebrajar.
El drama de April la cuestiona y las salidas que ve son pocas. Frank por su parte decide no partir y así la cosa termina como debería.

La actuación de Winslet es magistral, y la película logra meterse en las mentes y almas de esta parejita perfecta de los 50 para mostrar la verdadera dosis de frustración y de mierda que las mujeres y los hombres, por miedo y por seguir las imposiciones sociales, tenían que experimentar.
No creo que el panorama haya cambiado mucho y seguro hoy caminan por las calles centenares de The Wheelers que viven su infiernito. Vale la pena verla.

Aquí pueden leer la columna de Florance Thomas en El Tiempo sobre esta película

martes, 17 de febrero de 2009

Alan Pauls, Historia del llanto: cómo es llorar


Alan Pauls argentino, ganó el prestigioso Permio Herralde de novela, con su obra El Pasado. Pauls ha enseñado teoría literaria en la universidad, ha sido guionista y sus escritores favoritos son Borges, Cortázar y Puig.
Pauls estuvo en el Hay festival de este año en Cartagena y la conversación que tuvo con Margarita Valencia, fue profunda y giro mucho alrededor de esta obra, Historia del Llanto. Pauls es un tipo que parece reservado, con su pelo gris y sus ojos como dos espejos azules, es un churro pero se nota también, por su conversación, que es un hombre profundo, con una vida interna agitada y una imaginación volátil.
Y esas apariencias las confirmé al terminar Historia del Llanto. Una novela corta, 125 páginas, publicada en Anagrama, sello de garantía.
La novela es la historia de un niño que se hace adolescente en medio de la Argentina de los 70. El niño de la historia es muy sensible y aficionado a leer Superman. El infante tiene la propiedad de hacer que los adultos destapen su alma en su presencia y él tiene la facultad de llorar. Una facultad que de pronto a los 13, cuando ya tiene en su cabeza lecturas marxistas exigidas por la coyuntura que vive su país, se enfrenta a la crudeza de las imágenes de la toma de la casa de la Moneda en Chile; el adolescente, no llora, no puede hacerlo, y con esto vienen las cuestiones.
Este niño, que se convierte en adolescente con las páginas de la novela, se ocupa de cuestionar a una serie de lugares comunes de la dictadura argentina: el cantante protesta, que no es otro que Piero, los oligarcas torturados, que jamás lograrán superar los horrores que vivieron y su primera novia, una niñita Chilena que lo hace sufrir.

La novela está escrita con el ritmo que tienen esos relatos que cuentan los niños en los que las pausas son pocas y todo lo narrado tiene un vínculo con algo más que ha pasado. El ritmo es rápido, hay pocas pausas y puntos, casi todo son comas y hay que estar muy atento para saber qué es el presente, qué es un sueño, qué es un recuerdo.

Historia del llanto es una novela que escarba dentro de la mente de un niño que esta transformándose, un niño que ve su alrededor con asombro como un juego, un preadolescente que se critica, que siente el rigor de la soledad y la distancia infinita de su niñez. Esa niñez marcada por el llanto cuya ausencia no es más que el símbolo de la adultez, de la impotencia por dejar que el mundo pase así sin poder cambiarlo.

Debo destacar que lograr el ritmo de retahíla que logra Pauls en su novela no es fácil, como tampoco lo es hacer verosímil a un niño tan particular en un entorno igualmente extraño, la dictadura argentina.

Ya lo decía Pauls en el Hay festival: esta novela puede ser un ajuste de cuentas generacional con los 70 y sus lugares comunes.

Recomiendo esta lectura porque es corta, profunda, y cuestionadora con respecto a la experiencia de la infancia, al concepto de sensibilidad y lo que significó la política en tiempos de dictadura. Aquí puede leer una entrevista con Alan Pauls

En este vínculo puede leer otra entrevista con este autor


sábado, 14 de febrero de 2009

Nueva fecha para la Feria del Libro de Bogotá


Habíamos estado acostumbrados a que cada mes de abril el 23, día del idioma empezaba la Feria del Libro. Pero este año, se ha decidido mover la fecha para el segundo semestre del año.
La razón es que en abril se hacen dos ferias más muy importantes en Argentina e Italia, lo que dificulta que ciertos personajes del mundo editorial puedan venir a la cita bogotana.
Este año, el país invitado de México y se espera que pueda venir Carlos Fuentes, una de las grandes figuras de la literatura de ese país. Invitar a México implica también estrechar los lazos culturales que unen a estos dos países. Colombia, por ejemplo, fue invitado de honor a la Feria del Libro de Guadalajara hace un par de años.
La feria del Libro de Bogotá número 22 se realizará del 12 al 23 de agosto en Corferias. Según dicen entidades como la Cámara Colombiana del Libro, su director, Moisés Melo, esta nueva fecha traerá a más personalidades y así la oportunidad de "potenciar más el carácter internacional de la Feria" en palabras de Melo.
Se espera entonces que con esta gran fiesta de libros, descuentos autores, seminarios y simposios sobre derechos de autor, editoriales universitarias, y varios eventos en torno al libro infantil y juvenil,los colombianos podamos comprar más libros y dedicar cada vez más tiempo a leer. El lema de la feria es Más México en Colombia y más Colombia en México, lo que sugiere una hermandad cultural muy productiva entre los dos países.
De nuevo la cita este año es en Corferias del 12 al 23 de agosto.

viernes, 13 de febrero de 2009

Sálvame de leer Sálvame, Joe Louis



Sálvame, Joe Louis publicada en Alfaguara, es la ópera prima de Andrés Felipe Solano el cronista estrella de Soho.
Andrés Felipe es Literato de la Universidad de los Andes, se graduó con una tesis sobre Raymond Carver titulada ¿Has estado bebiendo?. Antes de entrar a Soho trabajó en Cromos. Paralelo a sus crónicas escribe para prestigiosas publicaciones como Rolling Stone, Arcadia, Semana, El Espectador, Gatopardo y Rio Grande Review.
Parece un tipo buena gente pues en el Hay festival, cuando le pedí que me firmara su novela, se asustó y me miró con asombro. Tiene una boca linda.
Andrés gastó 4 años escribiendo Sálvame, Joe Louis. Esta novela cuenta la historia de Boris Manrique de 22 años, fotógrafo de sociales de una revista en decadencia. Allí Manrique se encarga también de responder el consultorio sentimental de la ficticia doctora Victoria Zuñiga. Manrique es un personaje que para mi gusto tiene un problema grave de verosimilitud y es que está sobreactuado psicológicamente para su edad, me explico: No creo que un pelao de 22 años pueda tener la vida interior tan agitada y agria que tiene Boris, que sin duda es un mortificado más en la literatura.
Debo destacar que la novela está escrita en un lenguaje económico, característica muy gringa y que evidencia los gustos literarios del autor así como sus influencias. Ese lenguaje económico, muestra que hubo un gran trabajo en el hecho de construir unas imágenes y una poética propia, cercana a lo urbano muy gringa, pero lastimosamente para mí y mi lectura, con una intención de mostrar a Bogotá como New York.
Hay que abonarle a la novela el sentido del humor que es bueno y agudo. No para desternillarse de la risa, como escribió Juan David Correa en una de sus columnas de El Espectador, pero si divertida. Un sentido del humor negro negro cosa que me gustó, pero podría ser mejor. Hay escenas memorables, como sus recuerdos de infancia con la emisora que tenían con su hermano, sus guayabos y las vomitadas con Lucía en Medellín.
Siento que el personaje de Boris no está tan de lleno en la realidad sino que está más metido en sus conflictos, un poco absurdos, como su obsesión con la longevidad de Cornelio. Creo, sin embargo, que aunque la novela no termine de convencerme, puede uno ver alguna cosita valiosa en la ética de Boris, en ese pesimismo, esa desesperanza, esa negativa hacia el amor. Pero para ver eso con más profundidad y detalle, habría que leerla y a esa empresa no me le mido, ya la leí pero dos veces, no.
No la recomiendo lastimosamente, aunque vuelvo y digo, parece que el Andrés Felipe es buena gente, pero una cosa es el autor y otra su obra, así que a mi personalmente, me pareció floja, el final es absurdo, tonto, pero tal vez Boris se merecía terminar así, aunque tampoco estoy segura.


Datos sobre el Club Familiar El Paraiso Sauna y Turco en Bogotá

Ya en un post anterior había hablado de este lugar y lo maravilloso que me pareció. Les debía los datos del lugar así que aquí están para quienes quieran ir a darse un descanso en el fin de semana o entre semana.
Club Familiar El Paríso Baños Turcos
Calle 66 No 11-42 Bogotá
Telefónos: 2 35 08 43- 3 12 60 52
Teléfono sección Masculina: 2 35 86 84
Teléfono sección Mixta: 3 12 61 03
Espero que lo disfruten pues es un gran lugar para descansar.

miércoles, 11 de febrero de 2009

Sobre las liberaciones y el escenario Político

Está bastante complicado emitir algún juicio sobre lo que ha pasado. Pero si está claro que uno como ciudadano tiene sus puntos de vista.

Es ganancia que hayan liberado a estás personas. Es evidente que no ha sido el gobierno, ni mucho menos el Comisionado para la Paz que no es sino un pataletudo que por la paz no ha hecho absolutamente nada, sino evidentemente Piedad Córdoba y su grupo de Colombianos por la Paz quienes se han empeñado en que las FARC, a través de intercambio epistolar, aflojen algo.

Me parece bien la liberación, lo reitero, pero no creo que haya sido un gesto unilateral de las FARC. En este conflicto ninguno de los implicados da puntada sin dedal, por eso es tan complicado emitir una opinión sin que con ella se favorezca a unos o a otros. Ya las FARC no piden el despeje pero continúan pidiendo de vuelta a sus filas a Simón Trinidad y a Sonia. No creo que esa sea la salida y pienso que las FARC deben, en un gesto unilateral, sin mediaciones, liberar a TODOS los secuestrados que tiene en su poder, y luego someterse a un proceso de negociación para deponer las armas y entrar al ruedo político.

Pero esta visto que las FARC no van a tener es gesto unilateral, y así las cosas la única opción que queda es el intercambio humanitario para traer de vuelta a esos secuestrados. Yo no estoy convencida de que esa sea la única salida. Creo que el gobierno, si de verdad tuviera voluntad de acabar con este conflicto, habría conformado una comisión negociadora para empezar diálogos con las FARC sin despejes, claro. Creo que esa comisión debería estar formada por personas que tengan experiencia en diálogos con grupos insurgentes. Acá en Colombia todos saben que esos especialistas existen, sino que el gobierno no los ha convocado pero si mantiene al señor Restrepo, que no es más que un monigote, que ha hecho el ridículo al lado de la gestión de Piedad Córdoba, que si ha mostrado resultados.

La salida por rescate es una lotería en la que los secuestrados pueden terminar muertos así que no es viable. Dirán ahora que no hay que olvidar la operación jaque, pero ese es otro cantar porque ahí estaba Ingrid que, sin decirnos mentiras, es un caso aparte entre los secuestrados, y entre otras no es sino una gran actriz de melodrama habladora de popó que por ellos no ha movido un dedo.

Ahora hay que decir de nuevo que mirar este escenario no es sencillo, pues aquí cada uno quiere popularidad, votos a futuro, o reconocimientos internacionales. No hay que perder de vista la nueva prudencia y moderación de Piedad, que no deben ser gratuitas. También en este tema está de por medio el show mediático que se encarga de mostrar una cara del asunto desconociendo otras. Uribe es experto en eso y las FARC no se quedan atrás. En este escenario se trata de que cada una de las partes demuestre poder hasta con los más mínimos gestos, un poder que no ha servido, ni a las FARC ni al gobierno, para devolver la libertad a quienes ya hace años la perdieron.

El gobierno sigue con su posición de no querer negociar y es tan atrevido de decir que los de Colombianos por la Paz son el bloque intelectual de las FARC, que vergüenza de presidente, tras de que ese grupo de civiles le hace el trabajo los condena, es que no hay derecho.

Por lo pronto habrá que esperar a que este grupo de Colombianos por la Paz que si está comprometido de verdad con los secuestrados, continúe con su labor y siga con su orientación a los derechos humanos más que a aspiraciones electorales individuales.

Ojala que este grupo siga manteniéndose activo y luchando por traer a la vida a los secuestrados, ya que gobierno y FARC no quieren ceder unilateralmente a nada, y lastimosamente, para que haya negociación alguien tiene que dar el primer paso.

PSICÓLOGA PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA

MAGISTER LITERATURA HISPANOAMERICANA INSTITUTO CARO Y CUERVO

Columna publicada el Miércoles 11 de febrero de 2009 en el Periódico El Nuevo Día de Ibagué.

martes, 10 de febrero de 2009

Líbranos del Bien de Alonso Sánchez Baute

Hace un par de semanas terminé de leerlo y fue una agradable experiencia oír la voz del Valle de Upar, mas que la de Alonso, o la de Fina Palmera.
No sé si me enfrenté a una novela, en el sentido estricto, pues en este libro, Sánchez Baute, reconocido ya por su éxito Al Diablo la Maldita Primavera,se ocupa de contar una historia real, la de Rodrigo Tovar Pupo (Jorge 40) y Ricardo Palmera (Simón Trinidad), antes de que cada uno eligiera militar en dos bandos diferentes de esta guerra. Tal vez es una novela en el sentido de que los protagonistas, Tovar Pupo y Palmera, hoy no existen, no son ni serán nunca, esos muchachos de familias "bien" del Valle. Hoy son comandantes, de dos fuerzas en conflicto, que pagan por sus errores.
Tal vez sea esa la única razón por la que pueda pensar que es una novela, porque tal y como lo dice el mismo autor ya al finalizar, ha usado la crónica, el perfil, la entrevista, el reportaje, la biografía entre otros géneros del periodismo. Y los ha usado con maestría para contar, además de la historia de estos dos personajes, la historia de lo que es y ha sido Valledupar para el país y para sus habitantes. Baute nos cuenta la génesis de un pueblo, de una cultura entera a través de sus dos personajes centrales que se van configurando a los ojos del lector con el pasar de las páginas.
Creo que en diez años, esta novela, podrá ser valorada como un documento testimonial o como una novela histórica que permitirá y permite hoy, entender un pedazo del conflicto tan complejo que vive el país.
La prosa de Sánchez Baute, es fluida, rítmica, divertida. La historia es muy interesante y creo que lo más valioso, es que logra meterse en la entraña de su cultura y mostrar un panorama y además ser crítico.
Es muy importante para el país que la literatura se ocupe de un fenómeno tan complejo como este del paramiltarismo y la guerrilla que ha untado de sangre a tantas generaciones de colombianos. Es muy valiosa la apuesta literaria de Sánchez Baute en cuanto al tema y a la forma en que está escrita su novela, en la que hasta sus amigos son personajes Jhon Jairo Junieles, Jorge Iván Cuervo, y toda su pandilla costeña.
El epílogo del libro es contundente: "Lo único que sirve es la vida" y de esta manera el autor asume la postura de no violencia, de defensa de la vida y de incomprensión de los motivos de Palmera y Tovar para elegir sus caminos.
Es un libro que hay que leer de prosa rica y sabor costeño, un libro que hace entender mucho de la idiosincrasia del costeño de Valledupar: su pequeña aristocracia endogámica, su relación con el interior del país y su forma de entender la vida. También los muestra con sus defectos y sus miles de prejuicios frente a tantos temas, como la homosexualidad, en particular la propia homosexualidad de Sánchez Baute, la oveja rosada de la familia.


jueves, 5 de febrero de 2009

Reseña Sin Título 1977 Margarita Posada


Esta es la segunda novela de Posada y en verdad sorprende. Ya lo había dicho en el lanzamiento del libro, que su intención era desaparecer como narradora y lo logra.

Esta novela se mete dentro de una familia, escarba muy profundamente en ella y en especial, en la relación padre-hija entre Magdalena, una pintora y su papá Antonio que ya tiene alzhéimer.

La novela va y viene entre los recuerdos de infancia de Magdalena y su hermano Juanfer, y la relación que ella tiene con Antonio su papá en el presente en el que ella ya es una mujer y él un viejo senil.

Posada se ocupa de meterse en la cotidianidad de una familia y de contar acerca de esa muerte simbólica de los padres que ocurre en el momento en que uno los descubre ya no como seres perfectos, sino como esos seres humanos con sus defectos, odios, cagadas, y demás.

En ese proceso de reconocer que ese señor papá, que uno adoró con locura en la infancia, no es lo que uno creía, llena a Magdalena de ira, de impotencia, y sin duda alguna de amor, del más puro y verdadero.

Magdalena sufre a su padre en la vejez y le reprocha, le recrimina ser como es. No le perdona ser como fue con ella en algunos momentos.

Pero lo peor es que aunque ella tenga todos los motivos para odiarlo, no puede hacerlo: hay un cordón umbilical invisible que los amarra, un cordón hecho con los recuerdos, de él y de ella, sobre su infancia.

Esta novela se lee rápido y generó en mí como lectora, una gran cantidad de sentimientos encontrados, a veces angustia, otras muchas ira y hasta ganas de llorar por tristeza, decepción y rabia. La voz de Juanfer, el hermanito mayor de Magdalena, es quien va descubriendo ahí en la infancia, la realidad de sus padres, tal vez por eso Magdalena adulta lo desprecie. Juanfer es un personaje precioso y sus anécdotas de juego con Magdalena son verosímiles en el lenguaje y en los hechos.

Magdalena también cuenta su relación de pareja con Pablo y su amantazgo fugaz con un artista patético. Magdalena, la artista que pasa por un momento de estreñimiento artístico en el que no ha podido pintar, entra en crisis porque su matrimonio está yéndose sin remedio al carajo, y es por su culpa. Esta pintora sufre: sufre a su papá que se orina, no se quiere bañar, vocifera y demás cuestiones propias del alzhéimer.

Sin título se mete en las mentes y en los corazones de sus personajes, para mostrar que la familia no es ni será nunca ese paraíso de las clases de cívica, sino la cuna de los sentimientos más crudos y las pasiones más bajas. Una novela íntima, con una prosa vertiginosa, en la que son los personajes y no la autora quienes hablan.

Una novela que hay que leer para confirmar que estamos frente a una gran pluma colombiana. Margarita debería estar en el próximo Hay, no haciendo cubrimiento periodístico, sino como invitada.

Reseña De esta agua no Beberé opera prima de Margarita Posada


De esta agua no beberé es la primera novela de Margarita Posada, periodista bogotana de veintisiete años, que trabajó como asesora de la Secretaría Privada de la Presidencia de la República; en la actualidad es la editora de especiales de la revista Soho. En esta obra se muestra en detalle la vida de los altos círculos de poder del país, que gira en torno a los medios de comunicación: la radio y las revistas. La protagonista, Ana Cristina, es periodista radial y escribe crítica cinematográfica para una revista. Esta mujer joven se encuentra en una etapa difícil: se acerca a los treinta y enfrenta una ruptura amorosa. Durante la novela, ella no sólo cuenta su historia, sino que escarba en las de otros personajes que parecen no tener importancia, pero que se entrecruzan de maneras insospechadas.

Ana Cristina vive en un mundo al que critica pero del cual no se distancia completamente. Ella vive en ese lugar en donde el poder se hereda —por eso el club y los pomposos apellidos—, en donde la imagen cuenta demasiado —por eso las corbatas Hermes, la moda de New York, los vestidos Gucci, las mujeres hermosas, flacas, los carros y los celulares. En ese círculo de personas que dirige al país, hay mucho más que personas divinas, hay seres humanos con su lado oscuro, sus debilidades, sus vicios. El manejo de poder siempre va en busca de favorecer intereses particulares, amistades hipócritas y de estar del lado de quien ofrezca más beneficios al menor costo. El entorno de la obra está lleno de fiestas, reuniones, contactos que casi siempre mienten y viven vidas dobles en las que nadie es lo que parece. Ana Cristina está en ese mundo y lucha porque su vida tenga un sentido, por encontrar algo que sea verdadero y que logre sacarla del vacío que cada día tiene que enfrentar en su mundito de poderes. Puede ser el amor de su vida, el Panadol, su amiga Toñi, el recién posesionado Urrutia, en fin, cualquier cosa.; Ana Cristina está decidida a enfrentar su vida y sus miedos que seguirán siendo parte del eterno desequilibrio de la ecuación humana.

La historia de la protagonista está matizada por paisajes muy urbanos: oficinas, parques, cafés, trancones, cines. La obra está ambientada por música contemporánea como U2, Radiohead, ColdPlay y Martirio. La narración tiene un ritmo vertiginoso, un lenguaje cotidiano elaborado desde una poética tal vez Pop. Es evidente la influencia cinematográfica en la construcción de las imágenes y en la forma de ir tejiendo las historias: pareciera en ocasiones cambiar de foco, e irrumpir con un zoom en la vida de los personajes. Hay un juego complejo de focalizaciones y de historias que se abren al lector como caja china. La sucesión de los eventos es rápida pero, en ocasiones, el texto parece detenerse para explorar el interior de los personajes y mostrar sus caras. El tiempo y el espacio de la novela de Posada revelan una posición ética individualista compleja, cotidiana, que se pone de acuerdo con los tiempos posmodernos y sus contradicciones: el mundo de la imagen, las adicciones, la soledad, el machismo, la fidelidad, la ausencia de compromiso, la necesidad de ser amado.

De esta agua no beberé está narrada por la voz de una mujer de este tiempo que busca tranquilidad en su trabajo, en sus relaciones afectivas, al tiempo que no deja de cuestionarse y de intentar comprenderse. Sin embargo, en la obra no existe una esta única voz femenina sino que hay varias tipos de mujeres que sólo pueden ser las caras de un mismo dado, las diferentes mujeres que pueden convivir en una sola; opciones de alter ego de quien cuenta la historia; la madre, la novia, la profesional, la enamoradiza, la depresiva, la colegiala, la reina, la secretaria, la ejecutiva, todas aparecen en la novela para mostrar distintas realidades, o la misma desde otras miradas. Esta multiplicidad hace posible que en la obra se conjuguen diferentes ideologías y sistemas de valores humanos que cada sujeto puede usar para enfrentar la vida.

La novela es honesta con su visón sobre ese mundo de poder, lo muestra para que el lector lo vea y lo juzgue. El personaje central no se siente lejos de ese mundo sino que lo vive, lo padece, a veces hasta sentir que no lo soporta y quiere dejar de respirarlo como una eterna apnea. De esta agua no beberé propone que la elección a la que se enfrenta Ana Cristina no es una sola sino varias que implican cambios drásticos en su vida. El espacio de la obra es el espacio diario de la mentira, del posicionamiento social y de las presiones que generan en quienes lo habitan. Espacio doble: cara aparente vs cara real, en el que en algún momento hay que elegir.

Esta primera obra de Posada promete un universo narrativo con personajes autónomos, una voz femenina decidida a asumirse, una historia detallada e introspectiva, en un mundo hostil que se critica desde la ironía sutil con una actitud cuestionadora. De esta agua no beberé plantea una nueva forma de distanciarse del lugar cursi en que se convirtió el realismo mágico, para darle paso a una literatura honesta, minimalista, urbana, con una ética individual que no se apega a morales religiosas, pero no por eso, inconsciente de su lugar en la realidad.

Esta reseña fue publicada en la Revista Rara Avis de la Universidad Pedagógica No 7 enero- diciembre de 2006

miércoles, 4 de febrero de 2009

No quiero ser como Sandro Romero: Negación de la Sandrificación

Esa es la verdad. No quiero ser quien está a la sombra de los triunfos de sus amigos y amigas. No quiero vivir de escribir sobre otros y ganarme la vida contando las infidencias de quienes si lo lograron. No quiero quedarme por el camino ganando pequeños premios y siendo reconocida por el trabajo que hago sobre otros pero no por el propio. Sandro tiene una gran hoja de vida pero las distinciones que ha conseguido se deben a los trabajos que ha hecho pero que no han tenido gran éxito como su novela Oraciones a una película Virgen de 1994.

Lo grande de Sandro es que sabe mucho de Andrés Caicedo y fue parcero de Mayolo. Pero lo suyo, su obra, sus escritos, no han tenido mayor trascendencia. Todo el mundo sabe quien es él porque él mismo tejió un lazo de acero entre él, Andrés Caicedo, Carlos Mayolo y Luis Ospina. El en sí mismo no es una figura, él es porque los otros existieron y a partir de ellos él ha construido su discurso.

No quiero ser como Sandro porque no quiero que me conozcan porque hablo de otros sino porque tengo cosas qué decir. No quiero quedarme atrapada en un momento histórico de plenitud, para vivir el resto de mis días de contar esa experiencia, me niego a que eso me pase.

Me opongo a que con el tiempo me inviten a que cuente como fue trabajar con mis amigos famosos, sus costumbres y lo buenos que eran. Yo quiero que me pregunten por mí, por mi trabajo pero no por el de otros. Me resisto a estar en la sombra como lo ha hecho Sandro.

Sé que ahora muchos me van a decir que mire su hoja de vida y si, como lo digo líneas arriba, Sandro ha hecho de todo: teatro, docencia, estudios en Paris, cine, televisión, pero nadie lo recuerda con claridad, lo recuerdan por otros, pero no por el mismo y eso me parece miserable con alguien como él. Sandro tiene sus propias obras, premios y reconocimientos, aunque no con el éxito de sus amigos. Al pobre Sandro le ha faltado estrella, suerte, o los cinco centavos pal peso. Ha hecho mucho, pero es reconocido por lo mismo de siempre Caliwood, los 70 y el rock de los Rolling Stones. No quiero que mi hoja de vida esté llena de las presentaciones y prólogos a libros de otros, quiero que lo que yo escriba sea exitoso por sí mismo sin recurrir a fantasmas del pasado.

No quiero, como Sandro, quedarme estancada en los 70, o en mi caso sería en los 90, recordando con nostalgia un pasado que no volverá. Yo quiero madurar y hablar de otras cosas, mantener mi inquietud intelectual y explorar cosas nuevas. Tener siempre cosas para decir. Me resisto a ser invitada a todos los eventos por la misma razón: ser una institución por haber estado cerca de otros, y deambular por los eventos con escarapela poniendo cara de análisis. Hablar y relacionarlo todo con la época dorada que viví al lado de quienes ya no están.

No me quiero sandrificar y todo el tiempo hacer apologías y homenajes a otros, quiero crear cosas nuevas, contar otras historias pero no vivir patéticamente a través de los fantasmas de mis amigos.

Me resisto a ser como Sandro y a que mi vida sea un homenaje a otros, una nostalgia sin fin, un recuerdo eterno.

PSICÓLOGA PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA

MAGISTER LITERATURA HISPANOAMERICANA INSTITUTO CARO Y CUERVO

Columna Publicada el Miércoles febrero 4 de 2009 en el diario El Nuevo Día de Ibagué

Mi experiencia en el Hay: los eventos a los que asistí

Ahora para dar un reporte más específico daré mi opinión sobre los eventos a los que asistí. Espero que esta información le sirva a quienes quisieron estar allí y no pudieron hacerlo. Aclaro que es mi percepción personal así que no tiene por qué ser compartida, pero creo que les puede dar una idea de lo sucedido.

El post es largo pero lo ameritaba. Antes quiero decir que resulta raro e inexplicable la forma en que eligen a quienes asistirán al Hay cada año. Deberían incluir a autores con publicaciones recientes como Alonso Sánchez Baute, Margarita Posada, Andrés Burgos porque sería interesante escucharlos. Incluyo abajo los vínculos que comentó Gonzalo para que los puedan leer. Pido excusas por las fotos pues no las he podido copiar en cuanto lo haga, las pondré Gracias.
Miguel Bosé y Juanes en conversación con Roberto Pombo: Este evento fue salvado gracias a la locuacidad y el desparpajo de Bosé, y empañado por la actitud de dummie de cartón de Roberto Pombo que hacía unas preguntas infinitas, tanto, que hasta Bosé se burló. La salvación corrió por cuenta también del mini dúo de Nada Particular entre Miguel y Juanes. De Juanes no hablo es aburrido, tonto, y le falta muchísimo por aprender de un señor artista como Bosé.

Alberto Ruy Sánchez y Luis Fayad en conversación con Leyla Bartet Lo árabe en nuestras culturas: Hermoso escenario con una moderadora que dejó que Ruy Sánchez monopolizara la charla y desperdició a Luis Fayad. La introducción de la moderadora fue pertinente sobre el mundo árabe y su influencia en latinoamérica y España. Fayad fue enfático desde el inicio al decir que el era colombiano y no libanés que sus papás si lo eran pero él no. De eso se aprovechó Ruy Sánchez para empezar a hablar con su gran apasionamiento, de un tema que lo fascina a él y que ocupa casi todas sus novelas. Un concepto ganador de esta conferencia, “la promiscuidad perfecta” citada por Ruy para referirse al gran mestizaje del que somos producto. Al final la firma de libros fue muy bonita pues Ruy es dueño una personalidad arrolladora y gran carisma. Fayad por su parte muy querido pero tímido.

Alan Pauls y Margarita Valencia: Esta es una de mis conferencias favoritas. El humor negro de este argentino es sin igual. Y su interlocutora, que conocía su obra muy bien, se ocupó de hacer preguntas que provocaron que Pauls hablara de su obra en la que los protagonistas son niños. Habló de los intelectuales y la playa (“a los intelectuales no les gusta la playa”), de personajes de sus obras como el oligarca torturado (“te reís así porque no has sido torturado”), el cantante de protesta, y el niño perdido (“lo peor para un niño perdido es ser encontrado y ver un montón de gente aplaudiendo”). También nos habló de sus tres autores favoritos Manuel Puig, Cortázar y Borges. Aclaró que es mejor no conocer en persona a los escritores favoritos, pues puede ser una experiencia nefasta como la de él al conocer a Puig. Para terminar habló de Bolaño y catalogó su ficción como planetaria. Un anagramista para leer de Pauls, Historia del llanto.

Asian Dub Foundation: Un concierto en la plaza de la aduana. Estos ingleses son buenos, demasiado electrónicos para mi gusto, pero buenos. Lástima que el concierto tuviera un valla tras la cual si había sillas para sentarse. Elitismo total. Aunque fue en ese concierto en el que me encontré a Junot Díaz y Eduardo Lago echando águila en la parte barata del concierto.

Benjamin Zephaniah: Este poeta jamaiquino me mostró una forma moderna de ¿declamar? Una poesía urbana, cercana al rap, cargada de ironía y de crítica social. El man recitaba de memoria todos sus poemas, a veces los cantaba un poco. Antes de cada poema contaba una anécdota sobre el tema del poema o sobre el poema mismo, ejercicio que ayudaba al público a entender mejor. Todo un showman que al final incluyó a todo el teatro Heredia con un estribillo Dont worry be happy, gran ironía. Me encantó el poema I am a macho man, y I hear a radio station.

Junot Díaz y Eduardo Lago: Esta es otra de mis favoritas. El reciente ganador del permio Pulitzer es un personaje al que vale la pena escuchar. Su entrevistador es un gran preguntador inteligente y concreto. Fue una conversación llena de humor, de ironías y nos permitió conocer a un Junot Díaz honesto, descomplicado y francote. Un hombre consciente de su multiplicidad cultural, que ha vivido con ella y hace parte de su obra. Junot recomendó no leer más a Capote ni a Paul Auster. También habló de que su proceso de escritura es lento, que tardó 10 años en escribir La maravillosa vida de Óscar Wao novela que le hizo ganar el premio Pulitzer. Habló de que este premio en lo único que ha cambiado su vida es en la cantidad de viajes pues su armario sigue con la misma ropa y los 6000 dólares que le quedaron luego de los descuentos por impuestos, no son suficientes para compensar 10 años de trabajo. Junot nos habló sobre Latinoamérica y su posición de receptora de toda la mierda gringa, un difícil lugar.

El acento de Junot es encantador y el humor negro de Lago inmejorable.

Ronan Bennett en conversación con Peter Florence: Esta vez si tomé equipo de traducción simultánea lo que no hice con Zephanahia. Este periodista irlandés, es como un hielo. Y Peter Florence el entrevistador, no hizo una charla fluida sino aburrida y ladrilluda. No preguntó sobre los guiones que Bennett ha hecho, pero si hablaron bastante sobre el conflicto irlandés y su relación con Colombia. Gran ladrillo, al punto de que hubiera preferido estar en la playa.

Joumana Haddad, Andrés Hoyos, Marianne Ponsford y Félix Romero en conversación con Amalia Iglesias: El tema de esta conferencia, Convivencia en los medios culturales: entre lo digital y lo impreso, era interesantísimo pero resultó un total asco. La moderadora, una española grosera, se gastó casi una hora presentando a los de la mesa. Luego fue evidente el anacronismo de personajes como la señora Ponsford y Andrés hoyos quienes siguen aferrados a lo impreso sin entender, como si lo hizo claramente Joumana Haddad, la importancia de los medios digitales, la fuerza de los blogs, y la posibilidad de abrir las fronteras del acceso y masificar la cultura.

Esta gente esta llena de miedos y prejuicios sobre el Internet y se están perdiendo de una gran ventana que los puede catapultar. Creo que es evidente el miedo de que con la masificación dejen de ser la élite de tener el privilegio de la información y así seguir teniendo poder.

Las preguntas fueron contestadas de manera mediocre y obviamente anacrónica. No dijeron nada concreto pero si quedó en la cabeza de los asistentes el comentario de un man de sombrero vueltiao (Gonzalo) que invitaba a Andrés Hoyos a ser un Malpensante y no un godísimo y convencional Bienpensante como se mostró en la conferencia.

Javier Moreno, Matt Frei, Jon Snow y Alejandro Santos en conversación con Rosie Boycott: A diferencia de la charla anacrónica anterior, en esta el señor Snow así como Santos, hablaron de la importancia y de la necesidad de las tecnologías en los medios de comunicación, como los blogs, el Internet, la inmediatez informacional y como ellas determinan conductas, en especial en lo financiero.

Hablaron de la gran cantidad de información que hay en la red y cómo es labor del lector elegir la más confiable, tarea que no es sencilla. También se habló del conflicto pero la cuestión estuvo más referida a la cuestión de información financiera.

Martin Amis y Peter Florence: Esta conferencia estuvo divertida acá también usé traductor. Amis apareció con una Club Colombia en mano. Esta vez el señor Florence estuvo más divertido. Amis es un tipo con un gran sentido del humor. Habló de su edad y de su gran interés en las mujeres. Hizo bromas sobre la edad y la decadencia que llega con los 40 para los hombres. También habló de sus novelas, incluida Tren Nocturno así como de su proceso creativo. Sobre este proceso dijo que era un proceso lento que debía observar mucho. No es el mas carismático de todos pero si bastante divertido.

Fernando Vallejo: Uno de los más esperados. Al llegar al teatro Heredia lapuerta estaba cerrada y Vallejo ya había empezado a hablar. En la puerta había un grupo de personas entre ellas William Ospina, quienes boleta en mano clamábamos al personal de logística que nos dejaran entrar. Cuando por fin lo conseguimos, pudimos escuchar la lectura que Vallejo hizo sobre algunos crímenes de la iglesia católica: el papa nazi, el cardenal Pacelli, Wojtila, entre otros. La gente preguntó y algunos lo increparon diciéndole que él no era colombiano a lo que Vallejo respondió: “Usted no sabe qué soy yo” Hubo aplausos y euforia. Al recibir la rosa al final de su presentación, la puso en su vaso con agua. La firma de libros fue masiva y él estuvo bastante tranquilo.

Escucharlo leer decepcionó a algunos pero el ritmo de su prosa, como de retahíla de vendedor paisa es encantadora. El rigor de su investigación, la contundencia de sus argumentos y sus inteligentes ironías, dejan sin palabras a cualquiera.

Nathan Englander y Sasa Satnisic con Jonatan Levi: Aquí de nuevo el traductor fue mi amigo. Esta conversación fue en el claustro de Santo Domingo el domingo en la mañana. Hacía mucho calor. Esta conferencia estuvo muy interesante pues Nathan y Sasa abrieron sus corazones gracias a una moderación maravillosa del señor Levi, que hizo buenas preguntas y los provocó para que hablaran.

Hablaron de sus aficiones, de su vivencia de la guerra, de fútbol y de las otras caras que tiene Cartagena. Ambos fueron muy conversadores, ampliaron sus intervenciones y en verdad a mí me dejaron con ganas de leerlos.

Quiero aprovechar aquí para contar la anécdota que nos ocurrió a Gonzalo y a mí, con Sasa. Íbamos caminando por la calle Tumbamuerto, una de las tantas calles hermosas de Cartagena, y a mí me pareció verlo pero no estuve segura. Gonzalo dijo su nombre en voz alta y Sasa volteó a vernos. Llevábamos en ese momento su libro, Como el soldado repara el gramófono, y el hombre se puso feliz, se asombró y nos puso una hermosa dedicatoria en inglés que incluye una frase que dice “my first signature in South america ever”

Antonio García, Claudia Hernández, Adriana Lisboa, Fabrizio Mejía Madrid y Pilar Quintana con Guido Tamayo: Este evento fue en la casa Mapfre. Debo decir que Guido Tamayo es excelente moderador pues hizo que todos hablaran sin inclinar la balanza de la conversación hacia ninguno. La conversación giraba alrededor de la angustia de las influencias. Y allí cada uno habló de sus lecturas y de cómo éstas se transforman en el tiempo, cambian con la edad, los momentos vitales etc. Coincidieron todos en decir que no siempre lo que a uno le gusta es lo de mejor calidad. Los colombianos, Pilar y Antonio, aseguraron haber empezado sus lecturas con García Márquez. Se tocó el tema Bolaño y fue Pilar Quintana quien dijo que le producía rabia al leerlo, sentir que él le había robado sus ideas. Dentro de los autores mencionados estuvieron: Tomás Gonzalez, Cabrera Infante, Kurt Vonnegut, Kafka, entre los que recuerdo.

También conversaron sobre la vergüenza de las influencias que se refiere a intentar imitar el estilo de alguien y que salga mal. Sobre las influencias también se dijo que en el proceso de escritura muchas veces lo escrito tiene ecos de las lecturas que se hacen mientras se escribe. Cómo siempre García chistoso pero inteligente, Pilar a quien se le nota que sufre, fue clara y amena, Adriana Lisboa desparpajada y con un muy buen español, y Fabrizio Mejía muy auténtico e inteligente. La otra panelista bastante relegada, habló poco.

Salman Rushdie y Eduardo Lago: De nuevo debo destacar a Lago como entrevistador. Rushdie es un tipo inteligente con un gran sentido del humor así que la conferencia fue chistosa. La hora no favorecía mucho, pero bueno se hizo el esfuerzo. El tema central no fue por supuesto Los Versos Satánicos, temita ya bastante trillado sino sus otros libros. Habló de su fascinación por García Márquez, por Maquiavelo y el inglés del siglo XVI.

Aquí pueden leer el Blog del peruano Ivan Tahys

Aquí la columna de Andrés Hoyos sobre su horrenda conferencia en el Hay

En este vínculo el artículo de El País sobre el Hay

Lea aquí la columna de Guillermo Santos sobre la conferencia de Andrés Hoyos en el Hay

martes, 3 de febrero de 2009

Sobre el Hay festival en Cartagena: Generalidades


Debo decir que fue una gran experiencia estar de cuerpo presente en Cartagena. El Hay es un festival literario muy importante y a mí en particular me dio la oportunidad de agrandar mi lista de lecturas y de escuchar de viva voz a quienes están detrás de esas páginas que son mi refugio.
Cartagena es la mejor elección porque es una ciudad llena de historia, arquitectónicamente bella, y con una magia que no puedo explicar. La gente en Cartagena se relaja y por los días del Hay era frecuente encontrar por cualquier calle y en las librerías, a escritores nacionales y extranjeros que sin ningún problema accedían a firmar un libro o tomarse una foto.
Debo decir que de todas maneras el Hay privilegia a la élite: quienes pueden viajar a Cartagena, pagar las boletas, en fin, no todo el mundo tiene acceso aunque por eso se inventaron el Hay festivalito para intentar incluir al resto de la población cartagenera que está en la miseria. Lo de la miseria es evidente por la gran cantidad de vendedores ambulantes en la ciudad amurallada, donde se hicieron casi todos los eventos del Hay, y en las playas. En más o menos una hora que estuve en una playa en Bocagrande, pasaron como 12 vendedores, eso muestra que la gente no tiene muchas opciones.
Pero hay que reconocer que el festival es de calidad. Sus invitados, y los eventos, aunque no todos, son de alta calidad y ofrecen comodidades como traducción simultánea y aire acondicionado, que con ese calor, es fundamental para poner atención. Todos los escenarios son muy lindos pero mis favoritos fueron el Claustro de Santo Domingo y el Teatro Heredia. El primero porque es un patio con grandes árboles y donde corre la brisa y el segundo, porque es una joya arquitectónica y a la salida se ve la muralla preciosa.

Debo decir que a Cartagena le falta oferta de restaurantes para almorzar. Cometimos el error de entrar a almorzar en San pedro cerca a la Plaza de la Aduana y fue terrible: Caro, mal servicio y poquito. Pero al otro día fuimos a la Calle Larga y comimos un pescado delicioso. También estuvimos en el clásico Narcobollo comiendo y tomando jugo de corozo, mi favortio.

En lo que se refiere a las conferencias, la calidad del sonido, así como de la traducción simultánea, fueron excelentes. No puedo decir lo mismo, lástima, de los moderadores de las mesas a las que asistí, pues algunos de ellos no sabían manejar el tiempo, otros no tenían ningún tipo de carisma, o nunca ejercieron su papel de hacer preguntas inteligentes y distribuir, lo más equitativamente posible, la palabra entre los participantes de la mesa.
Esta claro que uno no puede ir a todo y debe seleccionar aunque en la marcha se pueden hacer cambalaches y reventas muy fácilmente así que no hubo problema por ese lado. El Hay es un lugar no solo de turismo literario sino de un fenómeno de grupismo literario. Era frecuente ver a grupos de niñitas de colegio gomelo en las conferencias, pidiendo autógrafos e interrogando a los escritores a la salida de cada evento. También estaban los grupos de amigos reunidos con cámara en mano para captar a algún escritor o para darse envidia con fotos difíciles de conseguir. En este punto de las fotos debo decir que conté con suerte pues tengo fotos con varios que luego publicaré para completar y amenizar este largo post. (Junot Diaz, Antonio García, Margarita Posada, Oscar Collazos, Alberto Ruy Sánchez, Luis Fayad, Martin Amis, Benjamin Zeplaiah entre otros)

El Hay es un gran espacio para que los escritores se mercadeen, mercadeen sus libros y se hagan conocer. Para los lectores es la oportunidad de adquirir libros y firmarlos aunque eso si, no hay descuentos ni nada de eso.

El tiempo de duración de las conferencias era perfecto, solo una hora, tiempo justo para no cansar ni a los espectadores ni a los escritores. También debo resaltar que los patrocinadores del Hay se ocuparon de darnos a todos los asistentes detalles como : libretas, lapiceros y postales del British Council, Abanicos de BBVA, Separadores de la librería nacional, revistas Arcadia, y algo que me pareció muy bacano: un periódico del Hay llamado Hay para contar con el resumen de lo más destacado de cada día, preguntas a los escritores y curiosidades sobre las conferencias y demás. Este recurso me apreció excelente.

Para terminar este informe con mis percepciones generales, quiero decir que me encanta Cartagena y que tal vez el próximo año vuelva al Hay ojala en la misma compañía de esta vez, Gonzalo, que es la mejor de todas.

En un post posterior haré mis comentarios específicos de los eventos a los que asistí.