Bogotá ha tenido un cambio en estos último años y ha sido para mal. Tal vez lo más notorio sea en seguridad y movilidad, dos aspectos hoy críticos para la ciudad. En cuanto a movilidad me siento como en el 95 cuando llegué a vivir acá. Una ciudad caótica, con un tráfico endemoniado, conductores que no respetan y peatones imprudentes.
La cuestión de movilidad en Bogotá ha mejorado un poco por el transmilenio pero como es un sistema caro y sus costo no se compensa con buen servicio, muchas personas como yo, hemos decidido volver al bus o buseta. En tiempo la cosa es casi igual, hasta puedo decir que se gasta uno menos tiempo en un bus que en transmilenio, por lo menos para hacer el recorrido de mi casa al trabajo.Claro que lo que uno se ahorra en plata montando en bus le saldrá a largo plazo en servicios médicos para curarse: la vena várice, por estar parado todo el trayecto, en úlcera nerviosa, por la bestia que va al volante, o posible ahogamiento o problemas respiratorios, por la comtaminación y por buses que casi ni tienen ventanas.
Con respecto a la inseguridad la cosa se ha puesto peor. Es mejor no hablar por celular ni en la calle ni en el bus. En la calle se lo rapan y en el bus se suben y también se lo rapan. Los policías se ven escasamente pues el pie de fuerza que hay hoy es insuficiente y debe ser aumentado. Esta inseguridad exacerbada se debe a que la ciudad está siendo gobernada por un señor que no tiene visión y no ha sabido aprovechar lo que hicieron sus predecesores.
Con mucha pena hay que decir que Samuel está echando a perder a Bogotá. Ya no tenemos la horrenda Caracas con chuzos que Diciendo y Haciendo dejó Pastrana en su alcaldía, pero tenemos avenidas contaminadas como la Ciudad de Cali o barrios con serios problemas de seguridad por pandillas y demás.
Lástima que ya la cultura ciudadana sea un bonito recuerdo; aunque debo decirlo, la cosa mejoró bastante y aun hoy se conservan algunas cosas, Colombia es un pueblo que olvida pronto y lo que pasa con Bogotá es prueba de ello.
Pero la cuestión de Bogotá depende también de la ciudadanía, en manos de quienes padecemos, recorremos y disfrutamos a Bogotá, está pedir que no se acabe con ella. Como habitantes de Bogotá debemos buscar la forma de hacernos oír y proponer alternativas para solucionar esta situación que nos afecta. No es fácil, peor es un deber ciudadano. Hay que buscar las formas de denunciar y hacerse oír.
Samuel y su gabinete deben escuchar con atención a los ciudadanos y tomar medidas que sirvan a la mayoría, enlas que se note el bien común por encima de intereses particulares. Deben ser políticas diseñadas y planeadas, no decisiones apresuradas y monetáneas, como me parece que ha venido sucediendo.
Con respecto a la inseguridad la cosa se ha puesto peor. Es mejor no hablar por celular ni en la calle ni en el bus. En la calle se lo rapan y en el bus se suben y también se lo rapan. Los policías se ven escasamente pues el pie de fuerza que hay hoy es insuficiente y debe ser aumentado. Esta inseguridad exacerbada se debe a que la ciudad está siendo gobernada por un señor que no tiene visión y no ha sabido aprovechar lo que hicieron sus predecesores.
Con mucha pena hay que decir que Samuel está echando a perder a Bogotá. Ya no tenemos la horrenda Caracas con chuzos que Diciendo y Haciendo dejó Pastrana en su alcaldía, pero tenemos avenidas contaminadas como la Ciudad de Cali o barrios con serios problemas de seguridad por pandillas y demás.
Lástima que ya la cultura ciudadana sea un bonito recuerdo; aunque debo decirlo, la cosa mejoró bastante y aun hoy se conservan algunas cosas, Colombia es un pueblo que olvida pronto y lo que pasa con Bogotá es prueba de ello.
Pero la cuestión de Bogotá depende también de la ciudadanía, en manos de quienes padecemos, recorremos y disfrutamos a Bogotá, está pedir que no se acabe con ella. Como habitantes de Bogotá debemos buscar la forma de hacernos oír y proponer alternativas para solucionar esta situación que nos afecta. No es fácil, peor es un deber ciudadano. Hay que buscar las formas de denunciar y hacerse oír.
Samuel y su gabinete deben escuchar con atención a los ciudadanos y tomar medidas que sirvan a la mayoría, enlas que se note el bien común por encima de intereses particulares. Deben ser políticas diseñadas y planeadas, no decisiones apresuradas y monetáneas, como me parece que ha venido sucediendo.
En este momento histórico, Bogotá debe ser una ciudad acogedora y turística, un polo de desarrollo del país y no un problema. Bogotá tiene que pensar en su futuro y convertirse desde ahora en una ciudad incluyente, de oportunidades para todos, una ciudad con varios recursos de movilidad a disposición de los ciudadanos, menos contaminada y más segura. Si Bogotá sigue como va, todo lo que había ganado bajo los procesos Mockus, Peñalosa y Garzón va golpear a los habitantes de la ciudad y obviamente sus finanzas, porque será una ciudad menos visitada que solo genera miedo.
Y ni hablar de las implicaciones políticas que una mala alcaldía de Bogotá tendría para el Polo. Ese sería un detonante para una división más profunda al interior de la colectividad. Por eso Pilas Samy, y hágase sentir con buenas decisiones y alternativas interesantes para la ciudad, si Samy lo hace bien gana el Polo y ganamos los que vivimos en Bogotá.
Y ni hablar de las implicaciones políticas que una mala alcaldía de Bogotá tendría para el Polo. Ese sería un detonante para una división más profunda al interior de la colectividad. Por eso Pilas Samy, y hágase sentir con buenas decisiones y alternativas interesantes para la ciudad, si Samy lo hace bien gana el Polo y ganamos los que vivimos en Bogotá.
1 comentario:
La caricatura de Samuel Moreno es producto del clientelismo y la politiqueria. Esto se veia desde sus comentarios como candidato a la alcaldiam (metro y tantas patrañas). Es una tristeza que Bogota una ciudad tan bonita quede en el caos producto de un partido como el Polo y en cabeza de un incompetente como Samuel Moreno. SE veia desde sus entrevistas como candidato lo inutil y lo tonto. Hay que salvar de Bogota ..bogotanos por Bogota y no positiva sino realista
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