Alan Pauls argentino, ganó el prestigioso Permio Herralde de novela, con su obra El Pasado. Pauls ha enseñado teoría literaria en la universidad, ha sido guionista y sus escritores favoritos son Borges, Cortázar y Puig.
Pauls estuvo en el Hay festival de este año en Cartagena y la conversación que tuvo con Margarita Valencia, fue profunda y giro mucho alrededor de esta obra, Historia del Llanto. Pauls es un tipo que parece reservado, con su pelo gris y sus ojos como dos espejos azules, es un churro pero se nota también, por su conversación, que es un hombre profundo, con una vida interna agitada y una imaginación volátil.
Y esas apariencias las confirmé al terminar Historia del Llanto. Una novela corta, 125 páginas, publicada en Anagrama, sello de garantía.
La novela es la historia de un niño que se hace adolescente en medio de
Este niño, que se convierte en adolescente con las páginas de la novela, se ocupa de cuestionar a una serie de lugares comunes de la dictadura argentina: el cantante protesta, que no es otro que Piero, los oligarcas torturados, que jamás lograrán superar los horrores que vivieron y su primera novia, una niñita Chilena que lo hace sufrir.
La novela está escrita con el ritmo que tienen esos relatos que cuentan los niños en los que las pausas son pocas y todo lo narrado tiene un vínculo con algo más que ha pasado. El ritmo es rápido, hay pocas pausas y puntos, casi todo son comas y hay que estar muy atento para saber qué es el presente, qué es un sueño, qué es un recuerdo.
Historia del llanto es una novela que escarba dentro de la mente de un niño que esta transformándose, un niño que ve su alrededor con asombro como un juego, un preadolescente que se critica, que siente el rigor de la soledad y la distancia infinita de su niñez. Esa niñez marcada por el llanto cuya ausencia no es más que el símbolo de la adultez, de la impotencia por dejar que el mundo pase así sin poder cambiarlo.
Debo destacar que lograr el ritmo de retahíla que logra Pauls en su novela no es fácil, como tampoco lo es hacer verosímil a un niño tan particular en un entorno igualmente extraño, la dictadura argentina.
Ya lo decía Pauls en el Hay festival: esta novela puede ser un ajuste de cuentas generacional con los 70 y sus lugares comunes.
Recomiendo esta lectura porque es corta, profunda, y cuestionadora con respecto a la experiencia de la infancia, al concepto de sensibilidad y lo que significó la política en tiempos de dictadura. Aquí puede leer una entrevista con Alan Pauls
En este vínculo puede leer otra entrevista con este autor
1 comentario:
Muy buena la Historia del Llanto quede con ganas de leer más... El Pasado, Wasabi.. gracias por darme las claves para entender el libro... El pasaje de Piero con sus rulitos y el oligarca torturado que recuerda a la picana en los huevos son realmente geniales...
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