sábado, 30 de enero de 2010

Hay Festival 2010: un buen plan

Para quienes les gusta Cartagena, les gusta la literatura, los libros y estar entre amigos relajados y conversando, este es el evento al que hay que ir: el Hay Festival Cartagena. El año pasado estuve y fue maravilloso sentir la atmósfera de la ciudad amurallada: llena de artistas, de tertulias agradables en librerías y cafés en donde tanto los escritores como los asistentes comparten espacios y momentos de conversación amenos no solo en los eventos programados sino en los encuentros que se dan fuera de ellos. Los escritores siempre están dispuestos a convesar, a firmar un libro a responder una pregunta. Esta atmósfera creo que es una de las cosas mas interesantes de este festival literario. La otra será siempre, sin duda, la ciudad de Cartagena, su romanticismo, la belleza de sus calles y la brisa del mar.
A quienes tiene la oportunidad de ir este año les espera escuchar a Mario Vargas Llosa, a Mario Bellatin, Ian McEwan, William Ospina, Ramón Cote, entre otros invitados más que seguro abriran en cada asistente una gran curiosidad por conocer más su obra y leer más. A quienes están allá que la gocen!!!

Buenos Aires: entre las librerías, los cafés y las tiendas de ropa

Al hablar de Buenos Aires para mí como mujer siempre será difícil decidir qué es lo mejor de la ciudad: si las librerías, los cafés o las tiendas de ropa.
Empezaré por las tiendas de Ropa y me referiré específicamente a todas las de diseño independiente que hay por el barrio San Telmoy por Palermo. Todas son tiendas pequeñas, donde se puede mirar, probar, preguntar y con paciencia te indican sobre las prendas, las telas y las opciones para llevarlas. Además creo que lo mas chevere de estas tiendas es que hay miles de cosas originales desde bombachas, vestidos, polleras, hasta accesorios como balacas, aretes, hebillas entre otros. Uno encuentra vestidos coloridos, faldas, camisetas en fin de todo, muy original, y a precios razonables. En el barrio Palermo en el sector de Palermo Soho, la locura aumenta pues hay más alamcenes de ropa donde se consiguen cosas preciosas, super originales, coloridas, atrevidas pero en este sector los precios se aumentan, que lástima para mí.
En los Shoppings la cosa cambia pues son mucho mas caros, y claro, cositas en serie. En definitiva las tiendas de San Telmo fueron mi perdición y fue en ellas donde hice mis pocas compras, después de buscar en los baules de ofertas en donde si se tiene paciencia se encuentran cosas divinas.

Con respecto a las librerías, me asombró que toda la gente en Buenos Aires lee. revistas, periódicos o libros, es frecuente encontrar en el subte o en los parques, a gente leyendo. Eso explica por qué tanta librería de tan buena calidad. En todas las que recorrí por Corrientes, por Talcahuano, por Santa Fé fueron librerías con novedades en literatura, en filosofía, en todo. Era frecuente encontrar en muchas librerías las obras completas de Freud o las de Borges o Cortazar, además de como digo, novedades de autores como Bauman, Kristeva, entre otros. Del mercado del usado de libros ni hablar, es excelente y se consiguen verdaderas joyas que vale la pena comprar. Debo decir que me gustaron más las librerías pequeñas, como abarrotadas de libros, que las majestuosas como El Ateneo. Aunque no puedo negar que llegar a un lugar como el Ateneo de la Calle Sanrta Fé es un impacto gigante, a mi me gustaron más las pequeñas, más íntimas y acogedoras. Una de las que más me gusto fue una en el barrio Palermo ahí leí un libro que recomiendo de Editorial Emecé de Mariana Enriquez los peligros de Fumar en la Cama un libro con muy buenos cuentos, todos diferentes, bien escritos y divertidos.
Con respecto a los cafés me impactó siempre el hecho de que hubiera varios por la ciudad, siempre activos, y con una apariencia europea que los volvía para mi fascinantes, como un escenario de novela o de cuento. El mobiliario de madera y cuero, los meseros con corbatín, las vitrinas de madera todo siempre tan bien servido... francamente siempre que pasaba por un café pensaba en dos cosas: en mi viejo que le encantan los cafés y en ese tango hermoso y triste Cafetín de Buenos Aires, ahí lo entendí todo...

miércoles, 27 de enero de 2010

Columna Mariana Jaramillo: Pensar en quién votar

Se vienen las elecciones y no es tan fácil para nosotros los ciudadanos elegir. Cuando uno mira los candidatos, hablo por mí, en este momento no espero solo un candidato que sea capaz de criticar y argumentar sólidamente, espero una persona que entienda que su labor en el senado no se limita a criticar sino que debe legislar a favor de las mayorías, pensar en proyectos de ley que beneficien a los más necesitados.

Hoy miro con cuidado, y un poco de escepticismo, los candidatos al senado. Mi mirada es así porque he visto que se han dedicado a estar en una posición cómoda, la de criticar sin proponer que es lo más fácil. Considero que esa no es la única misión de un legislador, la principal tarea de ellos es representar y ser la voz de quienes no pueden estar allá. Un senador debe pensar en las necesidades de la gente y proponer leyes que favorezcan la calidad de vida de la gente. Pienso que durante estos últimos 4 años el centro de todo ha sido Uribe, sus escándalos de corrupción, de falsos positivos, de chuzadas telefónicas y el senado entonces se ha vuelto un territorio en el que solo se habla del presidente. Y mi gran pregunta es ¿y la gente?, ¿y sus necesidades? Creo que esas preguntas no se las volvieron a hacer los senadores y eso me parece gravísimo. Ese olvido nos ha afectado y creo que las elecciones que se avecinan, además de pensar en si el candidato está o no con Uribe, hay que mirar si esa persona dejará de ser un criticón y podrá pasar al terreno de la acción y legislará pensando en quienes lo eligieron.

El panorama electoral es aún poco claro para mí, pero creo que esta vez trataré de pensar en que el congreso debe estar formado por gente que sea capaz de proponer más que criticar. Criticar es necesario pero no es lo principal ni lo único que deben hacer estos personajes. Sé que lo que pienso es un sueño, y hasta tal vez una ridiculez, pero creo que mi exigencia es válida y solo quiero que los lectores piensen un poco en eso, que reflexionen sobre el papel del senado y quienes lo conforman.

El pueblo colombiano tiene muchas necesidades: en cuanto a salud, un sector que necesita una reforma, en educación, que necesita presupuesto, en el terreno laboral, que debe ser revisado, lo mismo que en lo agrario, ni hablar de lo que tiene que ver con las pensiones; por mencionar solo algunas de las necesidades que tenemos los colombianos. Por todo esto creo que para tomar la decisión para votar hay que pensar en que la persona que se elija, sea capaz de representar esas necesidades y buscar la forma de luchar porque se vuelvan una preocupación estatal que sea resuelta con políticas y leyes. Por eso a pensar en quién votar.

PSICÓLOGA PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA

MAGISTER LITERATURA HISPANOAMERICANA INSTITUTO CARO Y CUERVO

Columna publicada hoy miércoles 27 de enero de 2010 en el diario El Nuevo Día de Ibagué

jueves, 21 de enero de 2010

Columna Mariana Jaramilo: Política pública pal viejo

LA POLÍTICA PÚBLICA PAL VIEJO

POR: MARIANA JARAMILLO FONSECA

En este viaje a Buenos Aires he podido ver como esta ciudad tiene respeto por los viejos y los valora. Los viejos son en general personas activas que tienen actividades por hacer, además de cuidar los nietos, los viejos bonaerenses conservan su vida social, van a cafés, al supermercado, tienen descuentos en almacenes, van al cine y a teatro, solos o en pareja. Ha sido para mi llamativo, ver parejas de viejos que van de la mano por la ciudad, cogen subte y se ven saludables. Aquí el viejo no es una adición de los hijos o nietos, el viejo acá tiene valor porque es considerado como una persona activa y valiosa.

Existen en algunos barrios con centros de jubilados donde los viejos se reúnen, tienen actividades y es un punto de encuentro.

Es diferente en Colombia donde el viejo es considerado un estorbo o una carga. Ya en columnas anteriores, había manifestado yo mi miedo a la vejez, a no poderme valer por mí misma, a tener que depender de otros en actividades cotidianas y económicamente. Eso me asusta y creo que en nuestro país nadie considera la vejez como un sector poblacional válido lo que resulta preocupante porque ese es un momento de la vida ineludible para todos.

Siempre he tenido afinidad con los viejos, con mis viejos del café Patriarca, por ejemplo, y acá no ha sido la excepción. He tenido oportunidad de conversar con algunos viejos que se ven vitales, activos, amables. Viejos que se sienten orgullosos, que se sienten importantes.

Creo que es Colombia hace falta una mirada al viejo para ver lo valioso que puede ser, lo que tiene para ofrecer. En Buenos Aires hay viejos que hacen trabajos dignos y no hay casi viejos en la mendicidad. Nuestro país debe empezar a mirar hacia la vejez, en lugar de marginarla.

PSICÓLOGA PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA

MAGISTER LITERATURA HISPANOAMERICANA INSTITUTO CARO Y CUERVO

Columna publicada ayer miércoles 20 de enero de 20210 en el diario El Nuevo Día de Ibagué

domingo, 10 de enero de 2010

Travesía Uruguaya: Montevideo







Luego del paseo hermoso por Punta del Este decidimos ir hasta Montevideo. Hicimos el trayecto de vuelta al ya conocido terminal de las Tres Cruces y de allí un bus hasta el Hostal City, donde habíamos reservado desde Maldonado. Al llegar vimos que el hostal estaba bastante feo, derruido y sucio así que decidimos movernos del sitio, y confiar de nuevo en la guía Lonely Planet que nos llevó a un hotel precioso llamado Hotel Ideal cerca de la avenida 18 de Julio la Principal de Montevideo. El hotel tenía balcón piso de madera con grabados de flores muy lindos, ventilador de techo y un olor a nafatalina increíble.

Ya en Montevideo decidimos salir a caminar por el centro llamado allá Ciudad Vieja. Fuimos hasta el puerto caminando por la calle peatonal Sarandí (no estoy segura del nombre). Una calle comercial donde encontramos dos librerías maravillosas: La Lupa un local pequeño pero muy bien dotado de libros en todas las áreas. y una más grande llamada Puro Verso. En cada una, daban ganas de quedarse la tarde entera. En la primera, compramos libros de Mario Levrero por recomendación de Antonio mi amigo, ya habíamos comprado algo de Levrero en Libros Libros en Maldonado. En Puro Verso de dos pisos, con sofás de cuero y un restaurante, nos sentamos a leer y yo arranqué un libro de anagrama titulado Lodo de un mexicano pero ya cerraban y no pude seguir. En Puro Verso hay un vitrina con ediciones incunables de la obra de Felisberto Hernández. Estantes muy completos de Filosofía, de crítica literaria, de psicología, poesía y pedagogía.

Al llegar al puerto almorzamos en el mercado y nos tomamos un par de tragos de Medio y Medio una bebida refrescante mezcla de vino blanco seco y espumante, deliciosa para el calor. EL día de paseo por la ciudad vieja, era el día del centro por lo que había descuentos en todos los almacenes incluidas las librerías. Compramos una serie de cuentos de horror de Horacio Quiroga que hemos estado leyendo: Guantes de Goma y la Gallinita Degollada.

También compramos algo en el Indian Emporium mi almacén favorito donde vendían una ropa divina.

Decidimos hacer el paseo hasta Colonia del Sacramento una ciudad histórica preciosa que fue disputada por portugueses y españoles. Su arquitectura de calles empedraradas, casas con tejas de barro, es hermosa. Tienes restos de fuertes españoles, una iglesia que no es barroca y conserva tallas en madera muy bien elaboradas. Colonia está llena de pequeos hoteles antiguos que han albergado a huéspedes ilustres como Marcelo Mastroniani. Colonia tiene un faro que ofrece una vista privilegiada del Río de la Plata, el más ancho del mundo. Colonia es patrimonio de la Humanidad y sus edificaciones han servido como locación para varias películas uruguayas y extranjeras.

En colonia comimos en un restaurante que nos dejó bastante decepcionados pues la comida no sabía a nada. Por eso regresamos a Montevideo y nos comimos un pancho (un perro) cerca del
hotel.

En Montevideo fuimos al cine Ópera a ver la película Un mal día para pescar. Un cine antiguo, que me recordó al Radio City de Bogotá. La película excelente basada en el cuento de Onetti Jacob y el otro. En estas películas es evidente la idiosincrasia uruguaya que es bastante particular.

Estuvimos caminando por toda la avenida 18 de Julio que está llena de comercio pero comprobamos que Montevideo muere temprano. La 18 de Julio es muy bacana porque tiene varias plazas muy cercanas en donde hay mercados y en una de ellas había parejas de espontáneos bailando tango y es un espectáculo muy hermoso.

Estuvimos en el Teatro Solís para comprobar la gran tradición teatral que tiene Uruguay pues había una exposición con todas las salas de Montevideo, así como los bocetos de escenografías y vestuarios para varias obras. El teatro está muy bien conservado y habría sido ideal conocerlo por dentro pero no pudimos. La tradición teatral uruguaya está sustentada en una política pública que concibe el teatro como una forma de construir cultura y de construir ciudadanía, de hacer visible lo oculto, en esencia una gran consciencia de lo que significa el arte para un pueblo.

La red de transporte en Montevideo, lo mismo que en Buenos Aires y Punta es excelente ordenada y frecuente. La gente es muy amable pero la verdad es una ciudad que no me inspiró del todo seguridad y que me pareció que moría muy temprano más, siendo verano.

Luego de Montevideo regresamos a Buenos Aires, temerosos de no tener habitación en nuestro hotel Carly. Pero todo salió bien y acá seguimos.

viernes, 8 de enero de 2010

Travesía Uruguaya: Punta del Este con Fragale







Luego de pasar el Año Nuevo en compañía del gran personaje Alberto Bovino, de visitar a mi amigo Antonio en Plaza Guermes, emprendimos la aventura Uruguaya en busca de Roberto Fragale y su familia. Roberto estaba de veraneo en Punta del Este, el Cannes latinoamericano y hacia allá fuimos.

La primera parte del paseo fue en el Buquebus Nocturno Eladia Isabel hasta la ciudad de Colonia y allí tomábamos un bus hasta Montevideo y luego de ahí otro bus hasta Punta del Este. El viaje en el BuqueBus fue cómodo pero me decepcioné pues pensé que se trataba de un barco en el que se podía salir a los bordes durante el trayecto, y pues la verdad el Buquebus tiene sólo una pequeña cubierta a la que subimos al iniciar el viaje pues luego dormí como un lirón. El Buquebus es cómodo tiene asecensor y hasta un poderoso Duty Free que no visité por andar durmiendo.

Llegamos a la terminal de Montevideo y allí nos embarcamos hacia Punta no sin antes montarnos en el bus equivocado y casi perder el correcto. El terminal de buses de Tres Cruces en Montevideo es limpio y muy bonito. Al ir acercándonos a Punta es evidente la cantidad de plata que se mueve en este veraneadero. Las casas inmensas con sus jardines hermosos, las torres de aptos tipo Miami, los hoteles lujosos son prueba de ello. El terminal de Punta queda justo en frente de la emblemática estatua de Los Dedos en frente de la Playa Brava. Allí caminamos buscando hostales que nos cobraban precios carísimos. Caminamos por la emblemática Calle Golero las más cara de Punta y al no encontrar nada que pudiéramos pagar, decidimos, ya desesperados, preguntar en una de las varias oficinas de turismo. Allí nos informaron que en Maldonado una ciudad a 10 minutos de Punta, era más barato y había un hostal disponible. Nos montamos en un bus y llegamos a Maldonado. El Hostel Cambalache del Patio nos recibió quedaba en la Calle Rafael Pérez del Puerto a dos calles del Centro. Nos instalamos y almorzamos en Jorg Un retsaurante pequeño, delicioso donde conocimos a una hermosa pareja de viejos Argentinos que nos recomendaron los lugares para visitar.

Ese día llamamos a Roberto Fragale con quien nos encontramos en el Centro Comercial Punta Shoping. Allí nos recogió con Cinthya y las níñas y fuimos directamente a Playa Brava. Fue nuestro primer baño en el mar. Un mar frío pero delicioso y perfecto para el calor. Comimos Choclo con Nina y Roberto en la playa, nos tomamos fotos en los Deditos y fuimos a tomar una cerveza en la casa donde se quedaba Roberto. Allí estuvimos con su suegra y con su Hijita Dora, claramente la perdición de Roberto. Le dimos las chocolatinas que llevábamos como regalo hasta dejar a la pequeña Dora "eléctrica".

Luego fuimos a bañarnos al hostal para más tarde salir a comer con Roberto Cinthya y la meninas. Esa noche descubrimos en el hostal una terraza preciosa desde donde vimos una gran luna roja. Esa noche el carro de Roberto sufrió un daño así que fué a buscarnos en el carro de una hermana de Cinthya. Fuimos a comer a Don Peperonne, cerca del Shoping. Comimos una carne deliciosa y luego nos despedimos de Roberto, Cinthya, Nina que para ese momento lloraba por los brinquedos y Nina que ya estaba dormida.

Al otro día fuimos a caminar por la Rambla Artigas en Punta. Recorrimos toda la playa Mansa hasta la Brava. Nos tomamos fotos con carros antiguos, y bajamos a ver el puerto, el pescado fresco y 3 leones marinos preciosos que había allí esperando comida.

Ese día hicimos un city tour por el centro de Punta, Punta Ballenas, La Barra de Maldonado, Playa Solana y Casa Pueblo la casa del Pintor Paez Vilaró. El paseo estuvo lindo más por la compañía de Enrique y su esposa, una pareja típica Uruguaya. Enrique era medio sordo, rayó un carro, casi se estrella un par de veces, se le abrió el baúl del carro en una subida y su esposa se le había caído del carro el 31 de diciembre y en lugar de blusa, lucía un hermoso yeso para soldar su fractura. El paseo estuvo lindo y al final Enrique nos llevó a la Chivitería Don Joaquín allí nos comimos un delicioso chivito que es un sanduche con una carne blanda deliciosa.

El último día, que era el de mi cumpleaños, decidimos ir a paya chihuaha, la playa nudista del sector. Nos subimos al bus, caminamos las 8 cuadras hasta la playa y ese día, nublado totalmente, cayó una tormenta, increíble. Nos bañamos en el mar con lluvia, fue muy rico y luego como patos nos montamos a un bus y llegamos al hostal a ponerle cara de lágrima a Bibiana, la chica que atendía, para que nos prestara una toalla y nos dejara pegar un bañito para sacarnos la sal. Luego del bañito y de darle a Bibiana un Chiva colombiana como agradecimiento, fuimos a almorzar a Jorg el restaurante de la esquina. Allí comimos una deliciosa milanesa con fritas y un vino de la casa buenísmo, de postre flan con dulce de leche y de ahí a caminar al terminal de ómnibus de Maldonado para ir a Montevideo, no sin antes cagados de la risa, pasar al estadio y ver un juego gratuito de Rugby.

Hasta aquí la primera parte de la travesía Uruguaya. Luego les cuento sobre Montevideo.