martes, 27 de septiembre de 2011

Lady Madonna y otros cuentos de Thomas Lynch: un agradable encuentro con los gringos


Debo confesar que la literatura gringa me aburre o me estresa. No sé bien la razón de esas emociones en mí pero si tengo claro que este libro de Lynch fue otra experiencia. No sé si fue la traducción muy fiel pero sin estar sobreactuada, o más bien los relatos mismos tan bien hechos con un ritmo interesante, misterioso, divertido. Quiero pensar que se trata más de lo segundo porque este libro me gustó mucho. Me pareció maravilloso que uno de sus temas centrales fuera la muerte y sus diversas aristas y la forma de ligar de manera indiscutible la muerte al amor. No se trata de historias llenas de lástima sino de seres que siendo comunes a la vez son especiales y eso los hace verosímiles y sus conflictos, sus enamoramientos, sus despechos y dolores igual de creíbles. Está claro que hay en los cuentos y la novela corta del final, una forma muy clara pero sin dramatismos de dibujar y mostrar la sociedad gringa en toda su complejidad eso me encantó. El cuento titulado matinee de septembre protagonizado por una profesora de literatura, así como Una Vida Común y Corriente, muestran una gran riqueza en los personajes y en la forma de estructurar la narración. Claro que si me preguntan por mi preferido, debo decir que es el primer cuento Padre e Hijo que me pareció maravilloso por la relación que describe. Claro no puedo dejar de lado la fascinación que me produjo la novela corta final Lady madonna de verdad maravillosa divertida, profunda un personaje muy interesante el pastor que la protagoniza complejo, inquietante.
Las escenas de muerte, así como los episodios eróticos y las mentes de los personajes, están muy bien hechos son reales, son a veces extraños, simplemente humanos.
Este es un libro para regalar va a la fija si se lo lleva a alguien seguro se va divertir. Lynch me dio la oportunidad de reconciliarme con la literatura gringa me pareció tan bueno que me lo repetiría.

1 comentario:

Roberto Balbastro dijo...

Hace varios años leí el primer libro de Thomas Lynch con el que él se dio a conocer en latino-américa. No eran cuentos ni poemas, era un ensayo muy bueno sobre la muerte, pues él, además de ser escritor, administraba una funeraria. Me gustó desde el principio, pues tenía una epígrafe muy precisa, el cual era un fragmento de una canción de Nirvana. El libro se llamaba El Enterrador.

Buen Blog, Mariana Jaramillo. Te conozco de algún lado ¿Quizá del Tintal?.