Columna de Mariana Jaramillo: El referendo el comienzo del fin

Creo que yo ya perdí toda esperanza y ahora solo estoy resignada a soportar lo que vendrá con este señor en Casa de Nari quién sabe hasta cuándo. Tenía esperanzas en la Corte Constitucional pero todo parece indicar que ya todo el mundo está comprado. El día del debate en el congreso me quedé dormida y lo hice tranquila pues hasta donde pude ver, escuché mucha oposición con variados argumentos. Pero se me olvidaba el poder de los tentáculos de este señor, operados a distancia por la gripa. Fue ese poder se sus tentáculos el que logró que las cosas sucedieran como él quería. Me duele profundamente lo que está haciendo Uribe de corromper a todo el mundo por sus intereses, me duele mucho ver como de la bella constitución del 91 no queda nada. Uribe se encargó de enterrar lo que significó para el país el proceso de la Asamblea Constituyente. En el 91, se dio paso a un consenso, a un diálogo para configurar el Estado de acuerdo a la situación del país y a las tendencias jurídicas. El resultado fue una Carta Política que se convirtió en modelo para muchos países. No pretendo ahora idealizar, porque de seguro allí también hubo intereses, pero el resultado en general fue excelente, una constitución que protegía a los ciudadanos y garantizaba pesos y contrapesos en el poder. Lo que acaba de ocurrir con la aprobación del referendo y la compra de toda la gente necesaria para aprobarlo, solo evidencia, sin duda, cómo a Uribe no le importa ni el pueblo, ni mucho menos la democracia. Solo le importa seguir sacando tajada para él y los suyos. Uribe lo que hizo con la constitución fue parase sobre ella bajarse los pantalones y cagarse en ella.

A este patrón no le importa la gente y la usa como escudo para justificar sus mentiras y sus cochinadas. Pero lo peor es que la gente lo legitima y lo aprueba. Y quienes más lo aprueban, tristemente, son las personas más humildes. Uribe es un showman mediático que conoce lo que al pueblo le gusta y actúa en consecuencia. Además con sus conceptualizaciones de a peso sobre el Estado de Opinión convenció a la gente de su delirio mesiánico, la gente se trago entero el cuento al punto de decir todo el tiempo? y si no es Uribe quién?. Aquí si hay personas preparadas para asumir la presidencia el no es el único elegido, porque esto suena ya a monarquía. Hay otros, sino que Uribe se ha encargado, con sus triquiñuelas de culebrero paisa, de opacarlos, de minimizarlos. Y ese discurso delirante de Uribe sobre sus propias capacidades se ha instalado en las mentes de los colombianos que son incapaces de cuestionarlo. Pero es una soberana mentira.

Me da mucha tristeza ver cómo esta vez de forma descarada, sin ninguna vergüenza, Uribe va feriando el país y sus instituciones por quedarse en la presidencia robando. Como escribe Mauricio Pombo en El Tiempo, ya es hora de que deje que otro asuma el liderazgo del robo en el país pues en el fondo todos sabemos que aquí toda la gente que está en política roba. Qué tristeza el país que nos espera si este señor sigue arriba. Lástima que la Corte Constitucional se haya dejado comprar de esa manera, que decepción de país y que miedo porque lo que sigue con el patrón administrando esta finca, es mucha pobreza, mucho desempleo.

Que en paz descanse la constitución del 91, en la que este tipo se cagó y luego como el gato, enterró.

PSICÓLOGA PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA

MAGISTER LITERATURA HISPANOAMERICANA INSTITUTO CARO Y CUERVO

Columna publicada hoy septiembre 9 de 2009 en el diario El Nuevo Día de Ibagué