Columna Mariana Jaramillo: El destino del país se define el 30

EL DESTINO DEL PAÍS SE DEFINE EL 30

POR: MARIANA JARAMILLO FONSECA

Por muchas encuestas y mediciones sobre la intención de voto de los colombianos, nada está dicho. Por mucho que se hable de la campaña sucia y se sepa de donde viene, hoy es prematuro decir qué puede pasar. Parecía claro hasta hace unos días que el país estaba cansado de lo mismo y que había que cambiar. Pero hoy la cosa no está tan clara y cada quien ha usado sus armas de la mejor forma aunque no siempre de la forma más honesta. En el caso de Santos, por ejemplo, la gente que está a favor de mantener políticas asistencialistas y sinvergüenzas como familias en acción o familias guardabosques, son quienes tienen levantada su aspiración presidencial. En el caso de Mockus, que venía como una tromba según las mediciones, estas últimas semanas la cosa se le ha ido poniendo más dura. No es increíble, pero no debería ocurrir que las creencias religiosas de un aspirante a la presidencia, contaran tanto al momento de elegirlo. Es por esto lógico que un país camandulero como Colombia, hoy tenga el gobierno que tiene y viva la vergonzosa situación de corrupción que vive. Porque acá parece más importante que el presidente se la pase de iglesia en iglesia, recibiendo bendiciones y haciendo morcillas al diablo que gobernando con justicia y transparencia.

Me parece que a pesar de que nada que venga de Santos ni de Uribe me parece transparente ni confiable, si es claro que Santos es un viejo zorro de la política; un tipo cegado por la ambición de poder, sin ninguna convicción política, que ha transitado todas las toldas quedándose donde da la mejor sombra. Es por eso que su campaña silenciosa hasta ahora, decidió repuntar cuando tocaba, en los últimos días, en los importantes, en los que generan recordación y con lo que amarra a la gente, plata gratis como la de los subsidios de familias en acción. Mockus ha sido distinto porque ha seguido fiel a su campaña pero parece quedado. Aunque se mantiene el entusiasmo y la esperanza verde, le ha faltado cuidado en sus declaraciones y eso le ha quitado puntos a los ojos de muchos posibles electores.

Como reza el título de esta columna, no hay nada dicho hasta el 30. Permita Dios que pueda más el genuino deseo de cambio, muy fuerte en los jóvenes, que el fácil continuismo que ha beneficiado a tanto corrupto que hoy sigue sin castigo de ningún tipo ni penal ni mucho menos moral. Es justo que en el país empiece a privilegiarse una ética que no sea la de aprovecharse del otro, la del más abeja, sino que por fin la honestidad sea un cualidad seria y no sea vista como virtud de pendejos.

PSICÓLOGA PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA

MAGISTER LITERATURA HISPANOAMERICANA INSTITUTO CARO Y CUERVO

Columna publicada hoy miércoles 19 de mayo de 2010 en el diario El Nuevo Día de Ibagué