viernes, 1 de octubre de 2010

Este frío bogotano me pone melancólica


Esta semana ha sido terriblemente fría. Con muchos aguaceros, el cielo en permanente gris y las noches frías. Cuando el clima está así no me dan ganas de salir, me siento aburrida, si salgo a caminar me da calor por tener puesta chaqueta gruesa, me pongo filosófica y me da nostalgia. Y empiezo a recordar situaciones, personas, momentos que ya tengo bastante llenos de telarañas en mi cabeza. Y me pongo reflexiva, trascendental. Pienso entonces que hay que disfrutar la vida, que hay que vivir con todo porque como dice Siddesteper "hoy tenemos mañana no sabemos". Pero salgo a la calle y ese frío me bajonea. No al extremo, pero este clima es difícil.
Pienso entonces en que no sé si podría resistir un invierno sin ponerme triste. Porque es que cuando uno es calentano como yo, y creció con el sol y el calor, el frío así permanente, duro, lluvioso, gris y negro, pega duro. No sé como sería vivir en Londres donde poco sale el sol. Pero el hombre es un animal de costumbres.
Siento que cuando llueve todo es más complicado: moverse por al ciudad, caminar por las calles, coger bus. Toda esta lora solo porque anoche soñé que conocía la nieve y caminar sobre ella era difícil, y en el sueño había una piscina hermosa azulita provocativa (no me oriné). Tal vez por eso escribo este post porque de todas formas, a pesar de mi nostalgia y mi melancolía con este clima, el invierno tiene su encanto: la ropa, las chaquetas, las bufandas, las botas, los gorros, las orejeras, los guantes, todas son prendas románticas y además elegantes. Pero los colores de invierno son tan oscuros, por eso yo uso mi chaqueta amarilla porque el invierno tiene que ser divertido y a mí los colores que alegran la vida. Y con colores y música con buena percusión, puedo soportarlo todo.
Aquí les dejo el video de Siddesteper



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