viernes, 8 de enero de 2010

Travesía Uruguaya: Punta del Este con Fragale







Luego de pasar el Año Nuevo en compañía del gran personaje Alberto Bovino, de visitar a mi amigo Antonio en Plaza Guermes, emprendimos la aventura Uruguaya en busca de Roberto Fragale y su familia. Roberto estaba de veraneo en Punta del Este, el Cannes latinoamericano y hacia allá fuimos.

La primera parte del paseo fue en el Buquebus Nocturno Eladia Isabel hasta la ciudad de Colonia y allí tomábamos un bus hasta Montevideo y luego de ahí otro bus hasta Punta del Este. El viaje en el BuqueBus fue cómodo pero me decepcioné pues pensé que se trataba de un barco en el que se podía salir a los bordes durante el trayecto, y pues la verdad el Buquebus tiene sólo una pequeña cubierta a la que subimos al iniciar el viaje pues luego dormí como un lirón. El Buquebus es cómodo tiene asecensor y hasta un poderoso Duty Free que no visité por andar durmiendo.

Llegamos a la terminal de Montevideo y allí nos embarcamos hacia Punta no sin antes montarnos en el bus equivocado y casi perder el correcto. El terminal de buses de Tres Cruces en Montevideo es limpio y muy bonito. Al ir acercándonos a Punta es evidente la cantidad de plata que se mueve en este veraneadero. Las casas inmensas con sus jardines hermosos, las torres de aptos tipo Miami, los hoteles lujosos son prueba de ello. El terminal de Punta queda justo en frente de la emblemática estatua de Los Dedos en frente de la Playa Brava. Allí caminamos buscando hostales que nos cobraban precios carísimos. Caminamos por la emblemática Calle Golero las más cara de Punta y al no encontrar nada que pudiéramos pagar, decidimos, ya desesperados, preguntar en una de las varias oficinas de turismo. Allí nos informaron que en Maldonado una ciudad a 10 minutos de Punta, era más barato y había un hostal disponible. Nos montamos en un bus y llegamos a Maldonado. El Hostel Cambalache del Patio nos recibió quedaba en la Calle Rafael Pérez del Puerto a dos calles del Centro. Nos instalamos y almorzamos en Jorg Un retsaurante pequeño, delicioso donde conocimos a una hermosa pareja de viejos Argentinos que nos recomendaron los lugares para visitar.

Ese día llamamos a Roberto Fragale con quien nos encontramos en el Centro Comercial Punta Shoping. Allí nos recogió con Cinthya y las níñas y fuimos directamente a Playa Brava. Fue nuestro primer baño en el mar. Un mar frío pero delicioso y perfecto para el calor. Comimos Choclo con Nina y Roberto en la playa, nos tomamos fotos en los Deditos y fuimos a tomar una cerveza en la casa donde se quedaba Roberto. Allí estuvimos con su suegra y con su Hijita Dora, claramente la perdición de Roberto. Le dimos las chocolatinas que llevábamos como regalo hasta dejar a la pequeña Dora "eléctrica".

Luego fuimos a bañarnos al hostal para más tarde salir a comer con Roberto Cinthya y la meninas. Esa noche descubrimos en el hostal una terraza preciosa desde donde vimos una gran luna roja. Esa noche el carro de Roberto sufrió un daño así que fué a buscarnos en el carro de una hermana de Cinthya. Fuimos a comer a Don Peperonne, cerca del Shoping. Comimos una carne deliciosa y luego nos despedimos de Roberto, Cinthya, Nina que para ese momento lloraba por los brinquedos y Nina que ya estaba dormida.

Al otro día fuimos a caminar por la Rambla Artigas en Punta. Recorrimos toda la playa Mansa hasta la Brava. Nos tomamos fotos con carros antiguos, y bajamos a ver el puerto, el pescado fresco y 3 leones marinos preciosos que había allí esperando comida.

Ese día hicimos un city tour por el centro de Punta, Punta Ballenas, La Barra de Maldonado, Playa Solana y Casa Pueblo la casa del Pintor Paez Vilaró. El paseo estuvo lindo más por la compañía de Enrique y su esposa, una pareja típica Uruguaya. Enrique era medio sordo, rayó un carro, casi se estrella un par de veces, se le abrió el baúl del carro en una subida y su esposa se le había caído del carro el 31 de diciembre y en lugar de blusa, lucía un hermoso yeso para soldar su fractura. El paseo estuvo lindo y al final Enrique nos llevó a la Chivitería Don Joaquín allí nos comimos un delicioso chivito que es un sanduche con una carne blanda deliciosa.

El último día, que era el de mi cumpleaños, decidimos ir a paya chihuaha, la playa nudista del sector. Nos subimos al bus, caminamos las 8 cuadras hasta la playa y ese día, nublado totalmente, cayó una tormenta, increíble. Nos bañamos en el mar con lluvia, fue muy rico y luego como patos nos montamos a un bus y llegamos al hostal a ponerle cara de lágrima a Bibiana, la chica que atendía, para que nos prestara una toalla y nos dejara pegar un bañito para sacarnos la sal. Luego del bañito y de darle a Bibiana un Chiva colombiana como agradecimiento, fuimos a almorzar a Jorg el restaurante de la esquina. Allí comimos una deliciosa milanesa con fritas y un vino de la casa buenísmo, de postre flan con dulce de leche y de ahí a caminar al terminal de ómnibus de Maldonado para ir a Montevideo, no sin antes cagados de la risa, pasar al estadio y ver un juego gratuito de Rugby.

Hasta aquí la primera parte de la travesía Uruguaya. Luego les cuento sobre Montevideo.

1 comentario:

Gaviota dijo...

Buenísimo. Qué envidia. Jaja. Mentiras. Qué bueno saber que la han pasado bien.