viernes, 10 de diciembre de 2010

Columna Mariana Jaramillo: El Problema Transmilenio

EL PROBLEMA TRANSMILENIO

POR: MARIANA JARAMILLO FONSECA

Van casi dos años de quejas y bloqueos de los usuarios al sistema Transmilenio y creo que las razones de los usuarios son válidas. Cuando este sistema de transporte masivo empezó hace 10 años, nadie en realidad previó que Bogotá fuera a crecer tanto y en tan solo 10 años, lo que ha hecho que el sistema sea insuficiente en rutas para cubrir los sectores de la ciudad. Por otro lado está la corrupción que atravesó la construcción de las troncales del sistema que han hecho que hasta hoy, no haya ni troncal, ni día alguno del año, que el sistema no se encuentre en obras. Hay que hablar también de uno de los grandes problemas de Transmilenio, las rutas y su frecuencia. Es pésima en los buses y deplorable en los alimentadores. Es inaudito que por un servicio alimentador haya que esperar hasta media hora. También es imperdonable que el tiempo que transcurre entre un bus y otro sea mínimo de 15 minutos es un absurdo. Los sistemas de transporte masivo de otros países tardan entre 5 y 7 minutos máximo. También hay que hablar de la seguridad en Transmilenio que es pésima no sólo en las estaciones sino peor, dentro de los buses hay ladrones de todo tipo. Todo el mundo sabe y nadie hace nada. Pero lo causa más ira en los usuarios es el precio. Con toda razón. Pagamos casi un dólar por un servicio pésimo, no hay derecho. Cuando digo pésimo, no hablo de ir de pie en un bus que a veces creo que es lo aquí a la gente más le molesta. Esa molestia es ignorancia porque los sistemas de transporte como Transmilenio, MASIVOS, o sea para grandes cantidades de gente, metros también, todos los usuarios no pueden ir sentados. Digo que es pésimo porque al ir uno en él no ahorra nada de tiempo sino que se demora más, se expone más, no gana nada en tiempo.

Hay que reconocer que este sistema de transporte le cambió la cara a Bogotá, la hizo más incluyente, más bonita, hasta más conectada. Pero al día de hoy, diez años después, el sistema le quedó chiquito a la ciudad, hacen falta buses, falta coordinación, cobertura y seguridad. Es inaudito que un sistema de transporte masivo funcione solo hasta las 10 de la noche debería ir mínimo hasta las 11 de la noche entre semana tomando en cuenta la cantidad de personas que hacen trabajos en las noches.

Con todo esto quiero decir que el gobierno de la ciudad de Bogotá, el próximo, porque con este ya no se pudo, debe repensar Transmilenio pensando más en el usuario y dejando de sacarnos plata así de frente, por un servicio tan horrible como ese.

LA ÑAPA: Aunque un poco tarde, vale la pena ir a ver la película La Red Social plantea reflexiones interesantes sobre el mundo del trabajo hoy.


La Columna no fue publicada en el portal de noticias.

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