Estuve este puente recorriendo la ruta Mutis. Las ciudades de Mariquita, Ambalema, Falan, y otras como Armero y Líbano. En esta oportunidad me dedicaré a plasmar mis percepciones sobre este bello viaje. Debo advertir que me divertí y que disfruté pero de lo que voy a hablar es de mejorar lo que hay, que tampoco es mucho.
Carreteras: Hay que decir que para que un sitio sea visitado, se debe poder llegar a él con facilidad y en buenas condiciones. Debo decir que las carreteras del norte del Tolima dejan mucho que desear. Les falta señalización en tramos como: Mariquita-Ambalema, Mariquita-Falan, Ambalema-Líbano. En estos tramos la carretera es sola, llena de baches peligrosos y sin ningún aviso. El tramo Cambao-Bogotá, está en mejores condiciones de señalización (supongo porque es otro departamento y además creo que está en concesión) pero tiene partes en que por su inestabilidad geológica, se parece a la vía de Pajarito que del llano conduce a Boyacá. Una ruta turística con carreteras en estados deplorables, es totalmente inviable y habla con contundencia de que la plata de las obras del departamento se queda en bolsillos de particulares.
Ciudades y Sitios Turísticos: las ciudades que visité incluidas en la ruta Mutis fueron Mariquita y Ambalema. La primera se destaca por ser una ciudad muy viva con un excelente comercio y gente amable. Las construcciones relacionadas con la Expedición Botánica son poco conocidas por los ciudadanos y apenas si saben decir con dificultad donde quedan. Las construcciones bellísimas, como la Casa de los Pintores y la Casa de la Expedición, se nota el esfuerzo por conservarlas. Pero debo decir que creo que no son el atractivo principal de Mariquita como si lo son sus innumerables balnearios. La ciudad tiene una arquitectura en la que lo colonial no es lo principal. De Ambalema puedo decir que es una ciudad muy linda con su arquitectura bien conservada, que podría ser un paraíso romántico pero está desaprovechada turísticamente. La gente no ofrece que hacer, y sus atractivos como la Casa Inglesa, el río Magdalena y otras construcciones, no son conocidas por sus habitantes. La comida en Ambalema deliciosa. Recomiendo la pescadería de Ibo.
Armero es ahora un lugar de peregrinación a la tumba de Omaira llena de exvotos. Lo que tiene que ver con la recuperación de la memoria, se trata de solo unas cuantas vayas, algunas de ellas rotas, que cuentan historias sobre Armero, nada más. Me pregunto que habrán hecho con la plata de Unesco, y cooperación española para hacer ese trabajo que ya va por su última fase.
Creo que el pueblo que me decepcionó absolutamente fue Falan. Lo único atractivo fue un balneario de río en la vía que va a hacia allá. El pueblo es chiquito y sin ningún atractivo arquitectónico. De la carretera ni hablemos que es igual de mala a las antes mencionadas.
Infraestructura Turística: debo decir con tristeza que es nula. El Tolima no está preparado para recibir turistas. No hay hoteles, no se ofrecen planes en las ciudades para conocer los sitios, tampoco hay mercadeo alrededor de la expedición botánica como ventas de recuerdos, camisetas, carteras, separadores, pocillos y otros tantos productos más, con esos motivos. La oferta de hospedaje es bastante precaria, son hoteles básicos. Pero las ciudades podrían tener hoteles temáticos o boutiques, como en Cartagena. Claro la gente del Tolima no sabe de turismo como si la gente del Quindío que montó su emporio cafetero. Aquí hay mucho que hacer pero hay que preparar a la gente, mejorar las vías, invertir en turismo y hacer mayor difusión de los atractivos de estas ciudades. De lo contario, el Tolima se quedará para siempre como un potencial jamás desarrollado.
PSICÓLOGA PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA
MAGISTER LITERATURA HISPANOAMERICANA INSTITUTO CARO Y CUERVO
Columna publicada en el diario El Nuevo Día de Ibagué, hoy miércoles 14 de Octubre de 2009
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