Para muchos es una película lenta y aburrida pero para mí se trató de una revelación tras otra, pequeñas epifanías diríamos, sobre la vida, la muerte, la tierra, el miedo, la culpa, el dolor, la música.
Es de resaltar la fotografía, los paisajes peruanos tan increíbles, algunos casi lunares. Los primeros planos de la cara de Fausta la protagonista,interpretada por Magaly Solier, son hermosos: la expresión de sus ojos negrísimos y achinados, sus pómulos salientes, sus hirsuto bigote, su piel quemada por el sol, son la muestra de que somos producto de una mezcla, que no venimos de una única raiz. Los cantos de Fausta en quechua, son la elaboración del miedo que no la deja, que al tiempo que la atormenta, le recuerda que está viva.
Una película que esta profundamente relacionada con relatos míticos sobre el origen de los sentimientos, sobre la muerte, sobre lo que significa la libertad, el miedo, y el amor. La película me mantuvo en tensión todo el tiempo, me parecía que cualquier cosa podría pasar y me divertí cantidades con los matrimonios y su particular estética. La música, aparte de los bellísimos cantos en quechua, las cumbias peruanas me recordaron a mi amada Wendy Sulca y a Alicia Delgado.
El personaje de Jonatan, me pareció fascinante, así como lo limitado de los parlamentos, apenas lo necesario, una película parecida, me atrevo a decir, a El Olor de la Papaya Verde, por lo delicada con las imágenes.
Una buena película que vale la pena ver, que tiene múltiples lecturas y por eso es también encantadora. Totalmente merecido el Oso de Oro en la Berlinale. Para finalizar les dejo el trailer de la película:
Es de resaltar la fotografía, los paisajes peruanos tan increíbles, algunos casi lunares. Los primeros planos de la cara de Fausta la protagonista,interpretada por Magaly Solier, son hermosos: la expresión de sus ojos negrísimos y achinados, sus pómulos salientes, sus hirsuto bigote, su piel quemada por el sol, son la muestra de que somos producto de una mezcla, que no venimos de una única raiz. Los cantos de Fausta en quechua, son la elaboración del miedo que no la deja, que al tiempo que la atormenta, le recuerda que está viva.
Una película que esta profundamente relacionada con relatos míticos sobre el origen de los sentimientos, sobre la muerte, sobre lo que significa la libertad, el miedo, y el amor. La película me mantuvo en tensión todo el tiempo, me parecía que cualquier cosa podría pasar y me divertí cantidades con los matrimonios y su particular estética. La música, aparte de los bellísimos cantos en quechua, las cumbias peruanas me recordaron a mi amada Wendy Sulca y a Alicia Delgado.
El personaje de Jonatan, me pareció fascinante, así como lo limitado de los parlamentos, apenas lo necesario, una película parecida, me atrevo a decir, a El Olor de la Papaya Verde, por lo delicada con las imágenes.
Una buena película que vale la pena ver, que tiene múltiples lecturas y por eso es también encantadora. Totalmente merecido el Oso de Oro en la Berlinale. Para finalizar les dejo el trailer de la película:
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