LA MUERTE DE MI ABUELITA LUCHA
POR: MARIANA JARAMILLO FONSECA
No fue un proceso fácil ver cómo mi abuelita se iba deteriorando y se iba yendo poco a poco. Lo que siempre será fácil y jamás se borrará de la mente de nosotros sus nietos e hijos es su carácter, su forma de ser suave y noble, su inmensa ternura. Mi abuelita nos cosía vestidos, juegos de cama, nos dejaba jugar con retazos y escarbarle las matas del jardín. Mi abuelita me cuido mis migrañas durante el colegio que eran cada semana y siempre fue una mujer tierna, cariñosa y de una entrega admirable que se evidenció en la forma en que se entregó a cuidar la senilidad de mi abuelito mientras las fuerzas la dejaron. Mi abuelita cocinaba empanadas deliciosas y una receta de Popayán que eran los rosquetes que le quedaban riquísimos.
Me gustaba dormir en su cama y ver como se ponía las medias de liguero. Nunca olvidaré su temperamento nervioso. Jamás olvidaré su olor el de su ropa, el de los armarios de su casa y el de su carita cuando uno le daba beso para saludarla, era suavísima. Recuerdo que para ir a fiestas o reuniones siempre decía que había que meterse un clavo de olor en la boca. Mi abuelita Lucha me defendía de mi prima mayor cuando no me dejaba jugar o me hacía picar por los pájaros que había en el patio. Mi abuelita usaba esmalte Linda Diana, le gustaban las empanadas de pipián y últimamente el arequipe y los chicharrones. Me gustaba de niña ir a su casa y que me diera calados por eso yo siempre la veía y decía “abuelita Lucha calao” porque me encantaban.
Me siento afortunada de haber tenido una abuelita así suave y dulce. A quienes hoy aún conservan sus abuelas, disfrútenlas porque es hermoso tenerlas y poder aprender de ellas, ayudarlas quererlas. Siempre será muy difícil despedirse de los seres queridos así uno sepa que ese momento está cerca, que es inevitable, siempre habrá dolor porque en especial cuando se va una mamá el vacío es inmenso. Descansa en paz abuelita Lucha.
PSICÓLOGA PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA
MAGISTER LITERATURA HISPANOAMERICANA INSTITUTO CARO Y CUERVO
Columna publicada el día miércoles 3 de febrero de 2010 en el diario El Nuevo Día de Ibagué
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