miércoles, 24 de febrero de 2010

Columna Mariana Jaramillo: No hay por quien votar

NO HAY POR QUIEN VOTAR

POR: MARIANA JARAMILLO FONSECA

Es probable que este tema sea reiterado para muchos pero para mí es preocupante el hecho de que este próximo congreso será tan malo como el que teníamos. Me preocupa que no veo que ningún candidato esté interesado en reformar profundamente la educación, en revisar la legislación laboral o en reformular el sistema de salud. Cada uno busca pisotear las ideas del otro o poner en entredicho sus propuestas con argumentos que son más emotivos y menos propositivos. Creo que quienes son candidatos a estos cargos de elección popular se olvidan que ellos fueron en algún momento también ciudadanos. Y ocupando la posición de candidatos dejan de pensar como ciudadanos de a pie, comunes y se dedican entonces a pensar desde un lugar de élite en donde los intereses de las mayorías son secundarios y las mayorías solos cuentan en la medida en que son votos, no importa la cuestión ética.

Es muy triste para mí saber a consciencia que la mayoría de quienes llegan a estos cargos de elección popular se dedican a luchar por sus intereses individuales y se olvidan por completo que quienes los elegimos. Pero creo que es importante saber que la política se mueve de esta forma con esta maquinaria interesada y oportunista. Pero ¿cómo hacer frente a eso siendo un ciudadano como uno, común y corriente? No sé no tengo ni idea. A veces creo que no hay que votar más y entiendo a quienes han votado toda la vida y ven que el país está cada vez peor. También me enfrento a que creo que no votar puede ser peor. Pero entonces ¿hay que resignarse a perder el voto para siempre y ver cómo cada vez es más difícil vivir aquí? No tengo la respuesta. Creo en la democracia pero creo también que la versión latinoamericana corrupta y clientelista no permite que la cosa mejore, por lo menos para las mayorías.

Me asusta con qué tipo de congreso quedaremos y a qué se dedicarán estos nuevos. Supongo que a robar, a no ir a las sesiones y no hacer ningún proyecto de ley que valga la pena. Qué triste panorama, pero creo que de todas formas hay que votar aunque no sirva pa nada, pues no hacerlo es peor.

LA ÑAPA: Sigo confiada en la corte constitucional y sus juiciosos debates sobre el referendo y la emergencia social. ¿Por qué diablos no han echado al ministro de salud? Si se lo merece.

Columna publicada hoy miércoles 24 de febrero de 2010 en el diario EL Nuevo Día de Ibagué

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