Este autor cubano quien ha sido catalogado como un exponente del Realismo sucio, comparado con Bukowski o con Henry Miller, tiene relación con los anteriores debido a al forma en que utiliza el lenguaje, desparpajado, sin cohibiciones, con desagarro. Pedro Juan Gutierrez tiene una obra amplia que incluye libros de cuentos como El Insaciable Hombre Araña y Carne de Perro y novelas como El nido de la Serpiente, Animal Tropical y La trilogía sucia de la Habana que estoy leyendo en este momento.
Su prosa vertiginosa, rítmica y profundamente caribeña evidencia sin asomo de vergüenza o temor, lo que es ser cubano hoy, la miseria de miles en la Habana. Y nos muestra la miseria económica que contrasta con una especie de resignación que muestran sus personajes quienes al estrellarse con sueños imposibles (tener una casa, un trabajo, comprar comida) deciden sobrevivir esa miseria con resignación. Una virtud privilegiada por el medioevo y su concepción del sacrificio y la mortificación para alcanzar la gloria. Pero en el caso de este cubano, esta resignación desvía la mirada del lector del sacrificio y la pone en el erotismo, por eso el título de esta entrada. Porque sus personajes encuentran en placeres como el sexo, el baile, el alcohol, la posibilidad de resistir esa miseria. ¿Un estoicismo erótico tal vez?
Creo que este autor cubano nos muestra en sus relatos la miseria de la vida en La Habana y su relación con ella que a mi juicio, está dada desde el erotismo que atraviesa toda su obra de principio a fin. A través de las relaciones con diferentes mujeres evidencia su visión del mestizaje cubano así como de las condiciones económicas y los pequeños sueños que ellos tienen y los acercan a utopías mínimas que finalmente terminan configurando una gran distopía que pone de presente la parte animal y oscura de la condición humana y del idealizado régimen político de la isla.
1 comentario:
Mariana gracias. Lo buscaré y te haré mis comentarios,
Abrazo,
Francisco
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