Cuando tomé este libro en mis manos lo hice con muchas expectativas, pues sé por amigos y por una única lectura de un artículo de él en Soho, que estaba frente a una pluma de alta calidad. Pero la verdad, Mantra me decepcionó, me aburrió y logró desesperarme, aunque de forma paradójica logró que en algunas páginas no pudiera dejarlo.
Pero lo importante es que no pude terminar Mantra, me fue imposible, mis niveles de aburrimiento, me obligaron a hacer y leer cosas más interesantes. Me pareció que la trama daba vueltas sobre lo mismo con distintas palabras, sin agregara nada nuevo, como un espiral en el vacío. Si debo reconocer que el hecho de iniciar la novela con anécdotas infantiles es un gran gancho, en especial por como están construidos los personajes de Martín y el del otro niño que podría ser un alter ego de Fresán.
¿Por qué reseñar un libro que no leí completo?, ¿no es contradictorio?, ¿no es atrevido con el lector? pues debo decir que no. Creo que es un acto de honestidad decir que no lo leí. Siento que no lo terminé porque hice ejercicio de los derechos del lector que ya había consagrado Daniel Pennac en Como una Novela y creo que fue justo dejar Mantra inacabado antes que convertirlo en una tortura. Sentí mientras leía que de todas formas había algo raro en esta novela y creo que era el hecho de que fuera una novela por encargo de la editorial Random House-Mondadori y eso, me hizo sentir que no había fluidez y que notaba demasiado el artificio, cosa que me aburrió.
Me puse a la tarea de leer a otros que reseñaron Mantra y fue increíble ver la fascinación evidente en sus reseñas pero que yo no tenía. En alguna de esas reseñas leí que se trataba también de estar en cierto momento vital que permitía lograr la fascinación con Mantra. Tal vez no estoy en ese momento. De las reseñas leídas me impacto la frecuente comparación y alusión a los Detectives Salvajes de Bolaño, una gran novela que sucede también México pero que para mí no se relaciona con Mantra. No se si sea que este tipo de comparaciones con el mítico Bolaño le den otro estatus a la obra de Fresán, pero para mí la comparación no tiene lugar, salvo por México como escenario de las dos obras.
Mantra es una novela sobre México, un país que me fascina por su comida, por las varias y no pocas novelas que he leído de Paco Ignacio Taibo II que es uno de mis favoritos, por los indígenas, por Pedro Páramo, por las telenovelas y por ese acento delicioso con el que hablan los mexicanos. Pero a mí Mantra no logró fascinarme, que pena lectores.
Creo que hay que leer otras cosas de Fresán como la tan nombrada novela La velocidad de las Cosas en donde parece que es más divertido. Por lo pronto no descarto acercarme a otras obras de Rodrigo Fresán y luego contarles como me fue pero Mantra no fue nada para mí salvo una lectura aburrida que quiero olvidar.
Lea en los siguientes enlaces, reseñas sobre Mantra de Rodrigo Fresán:
Letras Libres de México
El Blog El Pez Volador
Este otro Blog
Pero lo importante es que no pude terminar Mantra, me fue imposible, mis niveles de aburrimiento, me obligaron a hacer y leer cosas más interesantes. Me pareció que la trama daba vueltas sobre lo mismo con distintas palabras, sin agregara nada nuevo, como un espiral en el vacío. Si debo reconocer que el hecho de iniciar la novela con anécdotas infantiles es un gran gancho, en especial por como están construidos los personajes de Martín y el del otro niño que podría ser un alter ego de Fresán.
¿Por qué reseñar un libro que no leí completo?, ¿no es contradictorio?, ¿no es atrevido con el lector? pues debo decir que no. Creo que es un acto de honestidad decir que no lo leí. Siento que no lo terminé porque hice ejercicio de los derechos del lector que ya había consagrado Daniel Pennac en Como una Novela y creo que fue justo dejar Mantra inacabado antes que convertirlo en una tortura. Sentí mientras leía que de todas formas había algo raro en esta novela y creo que era el hecho de que fuera una novela por encargo de la editorial Random House-Mondadori y eso, me hizo sentir que no había fluidez y que notaba demasiado el artificio, cosa que me aburrió.
Me puse a la tarea de leer a otros que reseñaron Mantra y fue increíble ver la fascinación evidente en sus reseñas pero que yo no tenía. En alguna de esas reseñas leí que se trataba también de estar en cierto momento vital que permitía lograr la fascinación con Mantra. Tal vez no estoy en ese momento. De las reseñas leídas me impacto la frecuente comparación y alusión a los Detectives Salvajes de Bolaño, una gran novela que sucede también México pero que para mí no se relaciona con Mantra. No se si sea que este tipo de comparaciones con el mítico Bolaño le den otro estatus a la obra de Fresán, pero para mí la comparación no tiene lugar, salvo por México como escenario de las dos obras.
Mantra es una novela sobre México, un país que me fascina por su comida, por las varias y no pocas novelas que he leído de Paco Ignacio Taibo II que es uno de mis favoritos, por los indígenas, por Pedro Páramo, por las telenovelas y por ese acento delicioso con el que hablan los mexicanos. Pero a mí Mantra no logró fascinarme, que pena lectores.
Creo que hay que leer otras cosas de Fresán como la tan nombrada novela La velocidad de las Cosas en donde parece que es más divertido. Por lo pronto no descarto acercarme a otras obras de Rodrigo Fresán y luego contarles como me fue pero Mantra no fue nada para mí salvo una lectura aburrida que quiero olvidar.
Lea en los siguientes enlaces, reseñas sobre Mantra de Rodrigo Fresán:
Letras Libres de México
El Blog El Pez Volador
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2 comentarios:
Fresán es excelente como crítico de libros, más no como escritor. Alcanza a vislumbrarse esa capacidad creadora en su ensayística, en sus columnas de opinión, en su pensamiento elevado de la literatura. A Fre´san le sucede lo de algunos preiodistas: son grandes para hablar, para administrar la palabra en temas reales, pero al momento de ficcionar, de enlazar toda su capacidad y su vocación de escritor, cae irremediablemente en aquello que no se quiere. En definitiva, un gran creador de la palabra, pero un escritor promedio...
Gracias por el comentario. Creo que por mi parte mi tarea está en leer otras cosas de Fresán, novelas o cuentos, para poder concluir. Muchas gracias por el comentario, Mariana J
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