martes, 9 de diciembre de 2008

Espíritu Navideño Empresarial


En esta época del año, el espíritu navideño, que se propaga como sarampión en jardín infantil, parece anidarse en las empresas. En todas las organizaciones por estos días decembrinos surgen iniciativas para rezar novenas, hacer fiestas, o en el peor de los casos organizar días de recreación o paseos fuera de la ciudad.

Las organizaciones recurren a estas estrategias en esta época, aprovechando la sensibilidad del ambiente navideño, y con esa excusa del ambiente familiar, transponen ese discurso de la unión, la solidaridad, la integración, el perdón del ámbito familiar al organizacional. De esa manera con esas celebraciones buscan “mejorar el clima laboral”.

Lo que los mandos de las organizaciones parecen ignorar son varias cuestiones. Por un lado, es una realidad que la gente va a estas celebraciones obligada, por hacer acto de presencia y conservar el puesto. Otra cuestión es sobre el clima laboral que no va a mejorar con una fiesta anual, pues el clima se construye diariamente e incluye aspectos como la contratación, sueldos, estilos gerenciales, oportunidades de ascenso y promoción, buen trato, oportunidades de capacitación entre otros aspectos. Así que si desde la dirigencia de las instituciones piensan que con una fiesta anual lo arreglan todo se equivocan grandemente.

Otro aspecto tiene que ver con las ideas para celebrar el fin de año. Creo que en esta época todo el mundo desea estar en familia, en la intimidad con los suyos, los que quiere y lo quieren. Pero en las empresas se les ocurre que hay que hacer fiestas o lo que es peor, paseos a los que hay que ir obligado a pasar un día entero con gente de la oficina con la que se ve todos los días del año y con las que muchas veces no hay empatía suficiente. Pero ante la recesión hay que asistir al paseo o a la fiesta aunque en el fondo y por convicción, uno preferiría quedarse en la casa.

La gerencia de las empresas de toda clase debería preguntarse qué estrategia, diferente a fiestas, paseos y novenas, para “celebrar la navidad”, recompensar a los trabajadores, o colaborar con el clima laboral, es la mejor. Y para ello deberían pensar en actividades como días libres, o una reunión breve en horas de oficina que no implique mucho tiempo ni gastos extra. Creo que para mejorar el tan mentado clima laboral sería mejor pensar en permitir que los trabajadores tuvieran la posibilidad de al cuadrar turnos tener los días importantes de navidad y año nuevo libres para poder viajar o estar con los suyos en la ciudad. Esa sería una forma de mantener al trabajador motivado, de hacerlo sentir importante para la organización y de permitirle tiempo con los suyos que redundara en mejor actitud hacia al trabajo y mayor productividad. Además creo que por presupuesto puede salir más barato uno o dos días libres, que plata gastada en buses, comida y trago.

Otra opción sería emplear ese dinero en bonificaciones en dinero para los empleados creo que eso le aliviaría el bolsillo a muchos y los ayudaría a estar más tranquilos.

No creo que sea obligación celebrar la navidad en la empresa y si no lo hacen creo que muchos estarían más tranquilos. Pero mientras este maldito espíritu navideño consumista y equívoco siga metido en las empresas habrá que soportarlo.

PSICÓLOGA PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA

MAGISTER LITERATURA HISPANOAMERICANA INSTITUTO CARO Y CUERVO

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