lunes, 15 de diciembre de 2008

Mudanza, de Andrés Burgos


Andrés Burgos es paisa y esta es su tercera novela. Antes, había publicado Manual de Pelea y Nunca en Cines. Debo confesar que la segunda no m impactó tanto como Mudanza.
Esta novela publicada por Alfaguara, fue lanzada este año en el bar En Obra en la Macarena y presentada por Antonio Gracía.
Andrés Burgos es libretista de televisión y por eso su segunda novela parece un guión. Pero Mudanza es otra cosa. Ahora que ha pasado una semana luego de terminar la lectura, más reposada, creo que es una obra con un gran trabajo pues la voz principal es femenina y se lee verosímil lo que ya representa un logro. Mudanza es una novela sobre el cambio, la soledad y la nostalgia. Se trata de Ana una mujer que huye a hacer un doctorado en Estados Unidos. Allí experimenta la soledad del inmigrante y el ritmo aplastante y vertiginoso del capitalismo.
Me atrevo a decir, y no se si la comparación sea válida pero para mi como lectora lo es, que esta novela tiene una conexión con los cuentos de Clarice Lispector. La razón es que cuenta una historia desde adentro, desde la cabeza del personaje, desde su intimidad y su relación con el exterior.
Es desde su cabeza que Ana nos cuenta su vivencia de la muerte de su amado Daniel, el desarraigo y la permanente inadaptación del inmigrante. Su relación con el exterior es íntima, su casa y sus enseres hablan de ellos con ella, ellos habitan con ella su apartamento.
Ana esta sola y aunque no se adapta a Estados Unidos, su consumismo absurdo y su ritmo desenfrenado, termina por quedarse allá y vivir sola su duelo por D y lo que vendrá después de él.
Mudanza es una novela que se lee rápido no por lo corta, 180 páginas, sino por la velocidad con que suceden los acontecimientos. Emplea recursos como la segunda persona, el animismo de los objetos pero no ahonda en ellos solo los usa pues lo mas importante es Ana y su mundo, Ana y su soledad, Ana y su familia (Perjuicio, la mamá, la gorda, D, la Tata, su hermana), Ana y su dolor, su soledad, su psicorigídez. Mudanza también habla sobre la nostalgia y la disyuntiva de regresar o quedarse, y Ana a pesar de todo, decide quedarse.
Creo que es una novela que vale la pena leer. Y debo advertir por mi experiencia como lectora que es una novela de efecto retardado: es decir, uno la termina y solo unas horas o días después entiende lo fuerte que es.

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