Paz en la tumba de el Payaso Bebé

Para quienes en los 80 vimos Animalandia y otros programas infantiles como Los Bulliciosos, la muerte de Bebé es la muerte de un icono de la infancia. Miguel Noya, era el nombre verdadero de Bebé, que pertenecía a una tradición familiar de payasos el principal su papá, Pernito y su hermano Tuerquita.
Nació en Ipiales y murió a los 61 años pobre en un hogar de ancianos de bajos recursos en Bogotá. Sufría de Diabetes enfermedad por la que ya tenía falla renal y debía someterse a diálisis. Además ya en en 1997 le habían amputado una pierna también por la diabetes. Bebé que en su época era un payaso gordo y rosagante de 120 kilos murió pesando 52 debido al deterioro producido por sus enfermedades.
Al hacer click aquí puede ver una entrevista que en 2007 le hizo el diario El Espectador.
Bebé murió en condiciones precarias pero nos dejó a quienes fuimos niños en esa época su inolvidable timbre de voz y esa frase que yo aún hoy repito y que titulaba uno de sus programas: Ojo pelao Bebé.
Que tristeza que este payaso haya tenido que quedar en condiciones precarias después de haber tenido fama y gloria. Creo que es también injusto con la memoria de este personaje que su muerte haya tenido poco impacto en los medios. Claro que esto se explica porque el oficio del payaso ya no es lo que fue en los 80 pero no importa; a pesar de eso, creo que Bebé mereció un trato y una sepultura con los honores que se le deben a alguien que se dedica al duro trabajo de hacer reír a otros.
Paz y risa en tu tumba payaso Bebé.