En teoría dizque a estudiar. Pero hay que decir que el paso por las aulas universitarias está lleno de aprendizajes que muchas veces se dan lejos de los salones y que tienen que ver con aspectos de la vida diferentes al académico. Generaciones anteriores a la mía las mujeres iban a la universidad en plan MMC ( mientras me caso) o a ver que podían cazar en el salón y las múltiples fiestas y paseos que se suelen hacer en la universidad.
Las generaciones de hoy que van a la universidad lo hacen como un requisito para cualificarse y así poder acceder a bienes materiales que luego les den estatus económico y social. Poco les importa a estos muchachos de hoy el rigor, la disciplina. Solo quieren pasar para tener el título impreso que los acredite. No importa como logran el título: si a costa de otros, con trampas, con esfuerzo, como sea, lo que importa para ellos es el resultado, la nota, el cartón, el sueldo. Esta nueva generación no le importa el camino que hay que andar para conseguir algo sino el resultado. Y es comprensible, pues ellos son hijos de esa abominación educativa de la Promoción automática, una cosa que se inventó el Ministerio de Educación que consiste en que nadie pierde, todos pasan, como una pirinola, y además todos deben tener todas las oportunidades para poder pasar. Eso lo que logra es formar una generación, que al día de hoy ya deben ser varias,intolerante a la frustración, unos muchachos que creen que siempre tienen que ganar, incapaces de entender la autoridad, porque parece que en los colegios eso es una cuestión anacrónica. Entonces son muchachos que al llegar a la universidad si las cosas no se acomodan a sus reglas tienen problemas, se conflictúan y son incapaces de seguir el ritmo universitario. Esto lo que muestra es que estos jóvenes no conocen el respeto por el otro, por lo que es diferente, son niñitos caprichosos que quieren que las cosas sean como ellos creen que son mejores, desconociendo la autoridad y queriendo imponer su voluntad.
Desde otro punto de vista la promoción automática ha permitido que los jóvenes de hoy sean personas que quieren lograr todo sin ningún esfuerzo, quieren que todo se los den ya hecho, como comida de microondas solo calentar, memorizar en este caso, o escuchar y listo, nada de esfuerzo mental, ni de investigar ni de leer. Por otro lado, estas generaciones nuevas son inmediatistas, incapaces de mirar en el mediano o en el largo plazo. Esto los convierte en jóvenes que no quieren crecer, que se niegan a madurar y que insisten en ser eternos adolescentes estudiantes de colegio.
la problemática no es fácil porque tiene en medio no solo a los colegios sino a los padres que se tragaron entero ese cuento de "ser amigos de sus hijos" y así solo forman personas que no tienen límites. En fin, podría quedarme enumerando más problemas pero sería aburridísimo así que espero en otro post indicar estrategias para la solución de estos líos con estos jóvenes de estas generaciones.
Las generaciones de hoy que van a la universidad lo hacen como un requisito para cualificarse y así poder acceder a bienes materiales que luego les den estatus económico y social. Poco les importa a estos muchachos de hoy el rigor, la disciplina. Solo quieren pasar para tener el título impreso que los acredite. No importa como logran el título: si a costa de otros, con trampas, con esfuerzo, como sea, lo que importa para ellos es el resultado, la nota, el cartón, el sueldo. Esta nueva generación no le importa el camino que hay que andar para conseguir algo sino el resultado. Y es comprensible, pues ellos son hijos de esa abominación educativa de la Promoción automática, una cosa que se inventó el Ministerio de Educación que consiste en que nadie pierde, todos pasan, como una pirinola, y además todos deben tener todas las oportunidades para poder pasar. Eso lo que logra es formar una generación, que al día de hoy ya deben ser varias,intolerante a la frustración, unos muchachos que creen que siempre tienen que ganar, incapaces de entender la autoridad, porque parece que en los colegios eso es una cuestión anacrónica. Entonces son muchachos que al llegar a la universidad si las cosas no se acomodan a sus reglas tienen problemas, se conflictúan y son incapaces de seguir el ritmo universitario. Esto lo que muestra es que estos jóvenes no conocen el respeto por el otro, por lo que es diferente, son niñitos caprichosos que quieren que las cosas sean como ellos creen que son mejores, desconociendo la autoridad y queriendo imponer su voluntad.
Desde otro punto de vista la promoción automática ha permitido que los jóvenes de hoy sean personas que quieren lograr todo sin ningún esfuerzo, quieren que todo se los den ya hecho, como comida de microondas solo calentar, memorizar en este caso, o escuchar y listo, nada de esfuerzo mental, ni de investigar ni de leer. Por otro lado, estas generaciones nuevas son inmediatistas, incapaces de mirar en el mediano o en el largo plazo. Esto los convierte en jóvenes que no quieren crecer, que se niegan a madurar y que insisten en ser eternos adolescentes estudiantes de colegio.
la problemática no es fácil porque tiene en medio no solo a los colegios sino a los padres que se tragaron entero ese cuento de "ser amigos de sus hijos" y así solo forman personas que no tienen límites. En fin, podría quedarme enumerando más problemas pero sería aburridísimo así que espero en otro post indicar estrategias para la solución de estos líos con estos jóvenes de estas generaciones.
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