Este chileno nació en Talca en 1950. Antes de dedicarse a la escritura trabajó como minero en las minas de de salitre en el norte de Chile. Su obra incluye novelas y cuentos. Su principal novela que lo catapultó a la fama, es La Reina Isabel cantaba Rancheras, la historia de un burdel ubicado en las salitreras, regentado por una vieja prostituta conocida como la Reina Isabel. En la novela, Rivera se ocupa de contar de manera jocosa, irónica la vida de esta prostitutas, sus relaciones con los mineros, las preferencias sexuales de los mineros, y la amistad que se teje entre ellos. En esta obra, las prostitutas no sólo son mujeres fatales sino que Rivera las muestra en todas facetas: divas, madres, trabajadoras, etc.
Luego de esta novela Rivera Letelier continuó su producción con otras como: Himno del ángel parado en una pata de 1996, Fatamorgana de amor con banda de música, 1998, Los trenes van al purgatorio, 2000, Santa María de las flores negras, 2002,Canción para caminar sobre las aguas, 2004, La contadora de películas, 2009 y la novela que le valió el premio Alfaguara titulada El arte de la resurrección.
Según el jurado del premio, la novela con el seudónimo de Manuel Madero, fue la ganadora gracias a "el aliento y la fuerza narrativa de la novela, así como la creación de una geografía personal a través del humor, el surrealismo y la tragedia". El autor chileno hace uso de nuevo de la prosa divertida, sarcástica y subversiva que ya estaba presente en su primera novela, además de volver al lugar de las salitreras que parece que tanto lo inspira.
Felicitaciones al Chileno y habrá que leer esta novela que asegura diversión.
Aquí puede ver la noticia en El Tiempo
Arcadia reseña al ganador del premio
El espectador
Luego de esta novela Rivera Letelier continuó su producción con otras como: Himno del ángel parado en una pata de 1996, Fatamorgana de amor con banda de música, 1998, Los trenes van al purgatorio, 2000, Santa María de las flores negras, 2002,Canción para caminar sobre las aguas, 2004, La contadora de películas, 2009 y la novela que le valió el premio Alfaguara titulada El arte de la resurrección.
Según el jurado del premio, la novela con el seudónimo de Manuel Madero, fue la ganadora gracias a "el aliento y la fuerza narrativa de la novela, así como la creación de una geografía personal a través del humor, el surrealismo y la tragedia". El autor chileno hace uso de nuevo de la prosa divertida, sarcástica y subversiva que ya estaba presente en su primera novela, además de volver al lugar de las salitreras que parece que tanto lo inspira.
Felicitaciones al Chileno y habrá que leer esta novela que asegura diversión.
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