domingo, 26 de septiembre de 2010

El Deber de Fenster: Una obra dura para no perderse


Ayer fui a ver la obra. Es impactante, produce mucha ira, impotencia, tristeza y verguenza. Esta pieza teatral dirigida por Nicolás Montero y escrita por Humberto Dorado intenta traer a la memoria de todos, a partir de testimonios, algunos actuados, pero basados en la realidad del proceso por la masacre de Trujillo Valle. A partir del testimonio escrito de Daniel Arcila, declarado loco y luego desparecido, se empiezan a tejer las versiones sobre la masacre.
La escenografía está muy cuidada. Tiene tres pantallas en las que se proyectan imágenes de declaraciones de personajes como Jaime Córdova Triviño ex magistrado de la Corte Constitucional,el Presidente Samper, El Padre Javier Giraldo, habitantes de Trujillo, ex fiscales, entre otros. Con sus versiones ayudan a construir los hechos. Pero lo fundamental es la proyección escaneada de la declaración escrita de Daniel Arcila testigo principal de la masacre que según dicen en la obra fue torturado, muerto y luego lanzado en costales al río Cauca.
La obra articula todos estos personajes y hechos a partir, según entendí yo, de un personaje interpretado por Jairo Camargo que está editando un documental sobre los hechos y recibe las declaraciones de los involucrados, pruebas, documentos escritos en video etc. La interpretación de Camargo es iracunda pero a mí personalmente me pareció que le falto un poco más aunque lo hace muy bien y logra conmover. Lo mejor del personaje es su pregunta reiterada sobre por qué recordar, para qué hacerlo, así como su ira e impotencia ante el material que recibe.
El actor Daniel Castaño, a quien no conocía, que representa al principal testigo Daniel Arcila, lo hace maravillosamente es espeluznante su narración. Confieso que la obra me hizo llorar y en un momento pensé en salirme porque es muy fuerte ver como el país permitió esto.
Es una obra que arranca con unas imágenes del río en las pantallas y termina con ellas hermoso y desgarrador al tiempo esa metáfora, más con el sentido que adquiere el río a partir de las narraciones.
Una obra dura, fuerte, que cuestiona pero que hay que ver para tener otra mirada sobre la complejidad del escenario del país.
Aquí les dejo el artículo de El Tiempo sobre la obra

No hay comentarios: