Debo empezar diciendo que no conozco muchas carreteras del país pero este puente tuve oportunidad de ver algunas y voy a contarles lo que pensé.
La carretera Villavicencio-Bogotá es una carretera a la que le falta muchísimo todavía. Es el puente de conexión entre el llano y Bogotá y creo que son insuficientes la infraestructura y la señalización. Además de tener un peaje que cuesta 11.500 pesos, un escándalo, tomando en cuenta que la única obra de ingeniería que vale la pena es el último túnel. Porque hay que decir que a la altura de Guayabetal las curvas son peligrosas y el riesgo de derrumbes y caídas de rocas aumenta con el invierno y con la vibración que los vehículos pesados producen. Creo que el gobierno debería darle mayor importancia y destinar mayor inversión en una vía que es necesario tener en las mejores condiciones y con las mejores obras de ingeniería para hacerla más rápida y eficiente.
La carretera de Villavicencio a Yopal tiene aún pequeños tramos destapados que es imperdonable que existan sabiendo de la riqueza petrolera del Casanare, razón por la que sus carreteras deberían esta en perfecto estado y no es así, pues abundan los letreros que advierten sobre tramos destapados. La señalización deja mucho que desear pues no hay suficientes avisos de los kilómetros, o flechas que indiquen las ciudades. Lo que si está perfectamente señalizado son los ríos, caños y quebradas, por demás hermosos todos.
Ahora hablemos de la carretera que de Aguazul Casanare, conduce a Sogamoso. Es un ascenso violento que tiene un tramo largo, conocido como Pajarito, en el que el terreno es una absoluta trocha, con riesgo de derrumbe, con terreno inestable y unas curvas en las que a veces es solo posible el paso de un vehículo. Al pasar el paraje de Pajarito la carretera aparece pavimentada bastante a medias y se entiende que el terreno es agreste, que es una subida difícil pero se sabe también que no es una ruta tan transitada. Por esta última razón, no ser tan transitada, se debería invertir en adecuar la vía y permitir que muchos colombianos pudieran apreciar esos paisajes tan hermosos con la seguridad vial requerida. Pero esta vía que conduce a Sogamoso es una trocha que en realidad da vergüenza. Es imperdonable que hoy, en este siglo, el país aún tenga vías que parecen de los años 40 o peor de
El país necesita vías decentes y por eso paga peajes a veces absurdos como el que mencioné al inicio, que en las carreteras no se ven. Debe ser que en las licitaciones, concesiones y adjudicaciones roban mucho, emplean materiales baratos y diseñan cualquier camino, de cualquier forma sin mirar las implicaciones económicas a futuro, y el ahorro de dinero, de una carretera bien construida.
La carretera de Sogamoso a Bogotá está quedando muy bien con su doble calzada y se perfila como una vía que dará rapidez a la movilidad. Hay serias fallas de señalización en le paso por Tunja y la verdad no se si cuando esté terminada ahorrará tiempo o no.
Colombia debería invertir más en vías para así estimular el turismo porque el país está lleno de lugares preciosos pero que tiene carreteras vergonzosas.
PSICÓLOGA PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA
MAGISTER LITERATURA HISPANOAMERICANA INSTITUTO CARO Y CUERVO
Columna de Opinión publicada el miércoles 14 de enero en el diario El Nuevo Día de Ibagué
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