miércoles, 1 de julio de 2009

Columna Mariana Jaramillo: Sobre la educación de elite

Me encontré con una columna de César Rodríguez Garavito en El Espectador en donde reflexiona sobre un artículo publicado en El Malpensante que habla sobre las desventajas de la educación de élite.

La reflexión que hace me parece válida y creo que tiene razón al afirmar que quienes nos gobiernan, que obviamente pertenecen a esa élite, no tiene ni idea del país que gobiernan. Además creo que la élite colombiana es miope, en el fondo desprecia lo colombiano creyendo que todo lo de afuera siempre es mejor. Son un grupo de personas que sale del país, estudia en las mejores universidades y viene acá a replicar modelos en una sociedad que ellos no conocen o conocen el mejor de sus lados. Además vienen a aplicar modelos que acá probablemente no funcionan y si los aplican, no se ocupan en ajustar porque les importa más usar las últimas tendencias aprendidas afuera, que la gente.

No digo que la educación de elite sea mala, nada de eso. Pero creo que es incompleta porque se olvida de crear seres humanos con una conciencia que vaya más allá de sus fronteras socio-económicas e intelectuales. Creo que las personas que tienen la gran oportunidad de formarse en universidades de alta calidad, en donde pueden además rodearse de personas interesantes, tienen el deber moral por lo menos, creo yo, de hacer algo por quienes no tienen esas mismas oportunidades.

Para mí quienes salen del país y estudian fuera, aprenden otro idioma y conocen otra cultura, deberían ser personas con la mente más abierta, con mayor conciencia de lo que es este país, de lo que le falta, para así poder, desde sus altos puestos en el gobierno, intentar hacer lago por el país. Pero la realidad es diferente y quienes estudian fuera, vuelven a ver como se enriquecen y de que forma continúan ascendiendo en su carrera sin mirar hacia otros lugares. Son personas formadas, con mucho conocimiento, pero con una miopía social incorregible.

Es una lástima que según esto, la educación, que debería reducir brechas, solo las haga más grandes y profundas. Es una lástima también que quienes se educan afuera no les interesa de verdad el país. Siguen siendo en el fondo los niñitos competitivos que quieren siempre el primer lugar y la nota más alta sin importar nada más afuera.

Parece entonces que la educación de élite además se encarga, de crear profesionales competitivos y en serie. Igualiticos todos hasta con los mismos deseos. Que lástima que eso ocurra pues uno piensa que la educación en colegios de altísima calidad es más diversa, permite acercamientos verdaderos al país real al de las carencias y las dificultades, pero no. Resulta que quienes estudian en universidades y colegios de élite, terminan en una serie de círculos sociales, laborales, académicos con los mismos. Como una forma de preservar su especie, de prolongarse, estudian en lugares en donde sus iguales están y de esa forma no tienen la oportunidad de saber en qué sitio viven, ni de conocer otras realidades. Siguen viviendo en su mundo de tv en el que todo es perfecto. La educación de elite evidentemente forma personas para decidir, para delegar, para liderar, pero incapaces de manejar con eficiencia e igualdad, la realidad tan compleja de un país como el nuestro. Por eso, y solo vean la historia, tenemos los gobernantes que tenemos: los mismos de siempre, los mismos del Anglo, del San Carlos, del Moderno, de los Andes, de la Javeriana, del Externado, que nos han dejado el país así. Y las esperanzas van por ese mismo camino.

¿La solución? Pueden ser muchas: mas becas en las privadas o una educación pública mejor que requeriría una inyección de capital que este señor Uribe no está dispuesto a dar.

PSICÓLOGA PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA

MAGISTER LITERATURA HISPANOAMERICANA INSTITUTO CARO Y CUERVO

Columna Publicada hoy miércoles 1 de julio de 2009 en el diario El Nuevo Día de Ibagué

No hay comentarios: