jueves, 2 de julio de 2009

Ser hijo de segundo matrimonio: los últimos JAMAS seremos los primeros


Si, aunque suene crudo y ahora sea criticada, hay que decirlo. Quienes somos hijos de segundo matrimonio, jamás estaremos en el mismo lugar afectivo que los primeros hijos. Y no hablo de la familia nuclear sino de la familia extensa: tíos, primos y demás. En particular en la familia de quien estableció la segunda unión, esos segundos hijos nunca serán considerados como iguales. Tendrán una menor carga afectiva que los primeros y por ello, serán tratados diferente. Tardé bastante en darme cuenta y confirmarlo pero lo logré. El sábado estuve en una de esas reuniones familiares que solo se repiten cuando alguien se muere, y allí lo descubrí. Me dolió darme cuenta pero creo que a esta edad es una situación que tiene poca importancia.
Ya lo intuía hace un año cuando a mis hermanos los invitaron a un matrimonio junto con mi papá mientras que a mi hermana a mí nos participaron nada más. Cuando eso ocurrió,alguien muy cercano a mi corazón me preguntó por qué no me habían invitado; yo me sentí mal porque en realidad no sabía por qué y esa persona me dijo:"uds son tan hijas de su papá como ellos" y yo solo pude quedarme callada, cualquier cosa que dijera sonaba estúpida para justificar eso.
Lo noté en especial porque primos y tíos tienen poco de qué hablar con uno y si además hay de por medio situaciones no habladas como separaciones, como ocurre en mi caso, la cosa se complica porque en realidad no sabe uno que saben los otros de lo que de verdad pasó. Además esos tíos y primos compartieron más tiempo y disfrutaron más de la infancia de los primeros hijos que de la de uno y así se crea una brecha que a uno como hijo de segunda unión le queda difícil salvar.
Las segundas uniones, que origina familias recompuestas, que a veces terminan como en mi caso, en familias descompuestas (jajaja), deberían ser una posibilidad de expandir lo lazos afectivos. Pero la realidad es que son relaciones y sentimientos demasiados complejos los que se cocinan entre las personas y por eso es tan difícil que ese tipo de vínculos sean fuertes y honestos.
No tengo ningún lío con mis hermanos mayores, pero si necesitaría ser uno bobo como para no darse cuenta de que hay diferencia en el trato. Sé que muchos como yo saben de lo que hablo y bueno ,es una realidad que hay que aceptar sin darle mucha importancia y teniendo siempre presente que lo más importante es la familia nuclear esos 4 o 3 que son los que finalmente siempre están ahí para todo.
De todas maneras yo creo que la familia es una institución que va mucho más allá de vínculos de consanguinidad y muchas veces quienes comparten sangre con uno, son los seres más distantes de lo que uno es y de lo que uno piensa.



2 comentarios:

martha dijo...

Marian: Estamos totalmente identificadas con tus sabias apreciaciones siempre he pensado que fuera del nucleo familiar conformado por mas o menos 3 a 5 personas con un vinculo estrecho y en nuestro caso solo se pueden considerar FAMILIA los que esten muy cerca a nosotros con verdaderos lazos de afecto asi no prime la CONSAGUINEDAD

Carlos Javier dijo...

Buen post. Gracias por compartir tu historia. Bastante cercana, por cierto.

Saludos!