SOBRE EL CASO DE PLAGIO DE LUZ MERY GIRALDO
POR: MARIANA JARAMILLO FONSECA
Desde hace unos 8 o 10 años, se escucha en círculos literarios de estudiantes y profesores, comentarios y chistes negros sobre el cuidado que hay que tener si uno le entrega trabajos a la profesora Luz Mery Giraldo pues ella acostumbra a apropiarse de lo que hacen sus estudiantes y presentarlo como suyo en eventos académicos y literarios. Hoy varios años después la profesora fue condenada por plagio a 2 años de cárcel y una multa. La profesora plagIó varios apartes de la tesis de grado sobre Giovani Guessep de Rosa Londoño, dirigida por el profesor Maffla, y los publicó en un artículo en la revista mexicana La Casa Grande.
Son varias las plumas colombianas como Mario Mendoza, Carolina Sanín, Magdalena Holguín, entre otros quienes han salido a defender a la profesora o a justificar tibiamente que todos hacemos plagio, que nadie tiene ideas absolutamente originales, etc. No me parece que vengan al caos estas reflexiones cuando la acusación a Giraldo es clara y en la sentencia de la Corte Suprema de Justicia se prueba sin dejar lugar a la duda, que la profesora tomó apartes textuales de la tesis de la estudiante y no le dio el crédito como corresponde. No contenta con hacer pasar como suyo algo que no le pertenece, en algunos apartes lo camufló de forma burda como lo dice la sentencia.
Debo decir que me parece el colmo que una persona con la trayectoria de esta profesora sea capaz de esto. Que no tenga la grandeza de reconocer que hay ideas en su texto que no son suyas y citar a quién pertenecen. No creo que una persona dedicada por años a hacer crítica literaria desconozca la elemental norma de citar un concepto, una interpretación ajena. Ahora con este fallo, está claro que el rumor que abre este texto no es rumor. Por otro lado, me parece vergonzoso que una universidad con el prestigio de la Javeriana, conociera del caso y lo desestimara, dándole la razón a la profesora e ignorando a la estudiante. Considero que quien produce un concepto, a quien se le ocurre una idea sobre algo y lo consigna en un documento riguroso y exigente como una tesis de grado, está en todo su derecho a reclamar derechos de autor y no por ser estudiante y no un crítica reconocida, debe guardar silencio y con ese silencio permitir que una persona como la profesora Giraldo, siga con su producción a costa de lo que hacen sus estudiantes. Es inaudito.
En adición a lo anterior está la cuestión ética. No tiene presentación alguna que una docente que ha hecho plagio se pare frente a un salón de clase a exigir rigurosidad, cuando ella misma no cumple con eso. Es una vergüenza tener una profesora que haga eso. Bien por la condena para sentar un precedente y que la gente sepa que este delito tiene castigo.
LA ÑAPA: en estos días de mundial agradezco la enorme cuota de humor de los creativos de Davivienda con El Corresponsal. Se anotaron un hit con este personaje.
PSICÓLOGA PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA
MAGISTER LITERATURA HISPANOAMERICANA INSTITUTO CARO Y CUERVO
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