Mi tía era una mujer magnética que atraía a los demás con su personalidad extrovertida, su carisma, su franqueza. Una mujer que logró lo que se propuso y creo que más. No solo fue mamá y abuela, también artista, incansable trabajadora social, una voz importante en la ciudad, podría atreverme a decir, que mi tía era una institución en Ibagué. Era consultada para varios asuntos porque conocía muy bien a la ciudad y sabía con claridad lo que le faltaba.
Supongo que ahora mismo, mi tía no soporta ver los mil líos de corrupción del Panóptico por el que luchó siempre, y que pidió volver un museo, y no esa obra negra en la que lo convirtieron los ladrones de la ciudad. Mi tía siempre quiso ver a Ibagué como una ciudad importante, con desarrollos culturales valiosos. Pero ha pasado el tiempo y la ciudad no ha pasado de ser una provincia, una ciudad intermedia, sin mayores implicaciones a nivel cultural en el país.
Hoy recuerdo a mi tía como siempre y admiro de nuevo todo lo que hizo. Me da lástima ver como su labor maravillosa y dedicada en Gorgona no es visible. Eso me duele, me parece injusto y siento impotencia. Honro la memoria de mi tía Cecilia cada día siendo una valiente y pensando en lo que logró, maravillada de ver como la inteligencia lúcida la acompañó siempre aunque a veces se dejó cegar por el orgullo. Era humana la tía.
Recuerdo siempre su dedicación, su capacidad de lucha y eso me da fuerza para continuar en mis cosas, para nunca dejar de soñar, porque sé que para mi tía su vida fue un sueño, uno que terminó muy bien, lleno de satisfacciones personales, de la amistad y el cariño no solo de sus hijos sobrinos y nietos, sino de las miles de personas a quienes les enseñó alguna vez algo.
El anillo de caracol aun lo tengo, es mi tesoro
Psicóloga Pontificia Universidad Javeriana
Magíster Literatura Hispanoamericana Instituto Caro y Cuervo
Columna publicada hoy miércoles 22 de abril de 2009 en el Diario EL Nuevo Día de Ibagué
Nota: me perdonan la foto pero la verdad es lo único que se consigue de mi tía porque como digo en la columna, su labor ha sido invisibilizada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario