jueves, 5 de febrero de 2009

Reseña De esta agua no Beberé opera prima de Margarita Posada


De esta agua no beberé es la primera novela de Margarita Posada, periodista bogotana de veintisiete años, que trabajó como asesora de la Secretaría Privada de la Presidencia de la República; en la actualidad es la editora de especiales de la revista Soho. En esta obra se muestra en detalle la vida de los altos círculos de poder del país, que gira en torno a los medios de comunicación: la radio y las revistas. La protagonista, Ana Cristina, es periodista radial y escribe crítica cinematográfica para una revista. Esta mujer joven se encuentra en una etapa difícil: se acerca a los treinta y enfrenta una ruptura amorosa. Durante la novela, ella no sólo cuenta su historia, sino que escarba en las de otros personajes que parecen no tener importancia, pero que se entrecruzan de maneras insospechadas.

Ana Cristina vive en un mundo al que critica pero del cual no se distancia completamente. Ella vive en ese lugar en donde el poder se hereda —por eso el club y los pomposos apellidos—, en donde la imagen cuenta demasiado —por eso las corbatas Hermes, la moda de New York, los vestidos Gucci, las mujeres hermosas, flacas, los carros y los celulares. En ese círculo de personas que dirige al país, hay mucho más que personas divinas, hay seres humanos con su lado oscuro, sus debilidades, sus vicios. El manejo de poder siempre va en busca de favorecer intereses particulares, amistades hipócritas y de estar del lado de quien ofrezca más beneficios al menor costo. El entorno de la obra está lleno de fiestas, reuniones, contactos que casi siempre mienten y viven vidas dobles en las que nadie es lo que parece. Ana Cristina está en ese mundo y lucha porque su vida tenga un sentido, por encontrar algo que sea verdadero y que logre sacarla del vacío que cada día tiene que enfrentar en su mundito de poderes. Puede ser el amor de su vida, el Panadol, su amiga Toñi, el recién posesionado Urrutia, en fin, cualquier cosa.; Ana Cristina está decidida a enfrentar su vida y sus miedos que seguirán siendo parte del eterno desequilibrio de la ecuación humana.

La historia de la protagonista está matizada por paisajes muy urbanos: oficinas, parques, cafés, trancones, cines. La obra está ambientada por música contemporánea como U2, Radiohead, ColdPlay y Martirio. La narración tiene un ritmo vertiginoso, un lenguaje cotidiano elaborado desde una poética tal vez Pop. Es evidente la influencia cinematográfica en la construcción de las imágenes y en la forma de ir tejiendo las historias: pareciera en ocasiones cambiar de foco, e irrumpir con un zoom en la vida de los personajes. Hay un juego complejo de focalizaciones y de historias que se abren al lector como caja china. La sucesión de los eventos es rápida pero, en ocasiones, el texto parece detenerse para explorar el interior de los personajes y mostrar sus caras. El tiempo y el espacio de la novela de Posada revelan una posición ética individualista compleja, cotidiana, que se pone de acuerdo con los tiempos posmodernos y sus contradicciones: el mundo de la imagen, las adicciones, la soledad, el machismo, la fidelidad, la ausencia de compromiso, la necesidad de ser amado.

De esta agua no beberé está narrada por la voz de una mujer de este tiempo que busca tranquilidad en su trabajo, en sus relaciones afectivas, al tiempo que no deja de cuestionarse y de intentar comprenderse. Sin embargo, en la obra no existe una esta única voz femenina sino que hay varias tipos de mujeres que sólo pueden ser las caras de un mismo dado, las diferentes mujeres que pueden convivir en una sola; opciones de alter ego de quien cuenta la historia; la madre, la novia, la profesional, la enamoradiza, la depresiva, la colegiala, la reina, la secretaria, la ejecutiva, todas aparecen en la novela para mostrar distintas realidades, o la misma desde otras miradas. Esta multiplicidad hace posible que en la obra se conjuguen diferentes ideologías y sistemas de valores humanos que cada sujeto puede usar para enfrentar la vida.

La novela es honesta con su visón sobre ese mundo de poder, lo muestra para que el lector lo vea y lo juzgue. El personaje central no se siente lejos de ese mundo sino que lo vive, lo padece, a veces hasta sentir que no lo soporta y quiere dejar de respirarlo como una eterna apnea. De esta agua no beberé propone que la elección a la que se enfrenta Ana Cristina no es una sola sino varias que implican cambios drásticos en su vida. El espacio de la obra es el espacio diario de la mentira, del posicionamiento social y de las presiones que generan en quienes lo habitan. Espacio doble: cara aparente vs cara real, en el que en algún momento hay que elegir.

Esta primera obra de Posada promete un universo narrativo con personajes autónomos, una voz femenina decidida a asumirse, una historia detallada e introspectiva, en un mundo hostil que se critica desde la ironía sutil con una actitud cuestionadora. De esta agua no beberé plantea una nueva forma de distanciarse del lugar cursi en que se convirtió el realismo mágico, para darle paso a una literatura honesta, minimalista, urbana, con una ética individual que no se apega a morales religiosas, pero no por eso, inconsciente de su lugar en la realidad.

Esta reseña fue publicada en la Revista Rara Avis de la Universidad Pedagógica No 7 enero- diciembre de 2006

2 comentarios:

jpdiaze dijo...

Nadie sabe más sobre su propio placer que una mujer.

Anónimo dijo...

???? asi no funciona un block sin comentarios expontanios..... y los tuyos que?