miércoles, 4 de marzo de 2009

Columna de Mariana Jaramillo: ¿Vale la pena hacer un doctorado?

Esta pregunta va, obviamente, para quienes como yo, tenemos en mente hacer uno. Hace unas 2 semanas tenía clarísimo que si era importante hacer el doctorado y tenía claros los beneficios que me daría. Pero he empezado a hacerme una serie de preguntas sobre el costo-beneficio de viajar a doctorarme y el balance sólo me arroja dudas gigantescas.

Pienso en lo que cuesta, primero, hacer toda la diligencia para ser aceptado, plata para envío de papeles, apostillado y autenticado, y el gasto emocional de estar a la espera de una aceptación o de un rechazo. Hasta aquí la cosa está bien.

Pienso en que ya lograda la aceptación al programa que uno quiere, la cosa se empieza complicar muy seriamente porque se viene una catarata incontenible de vueltas y gastos: visas, pasaportes, pasajes, apostillado de documentos, certificados de mil y una cosa y plata para estar allá por lo menos los 3 primeros meses, además de la matrícula y la inscripción, buscar vivienda en fin, son miles de cosas. Para esto hay que disponer de mucha plata porque aunque las matrículas para doctorado son baratas, vivir allá no y conseguir la visa para irse sin tener una beca doctoral es casi un sueño. Con este panorama empiezo yo a pensar si al hacer todo ese gasto económico y emocional, podré siquiera recuperar algo de la inversión del doctorado. Me explico: si con todo lo que invertí en plata, en incomodarme, en trabajar como mula, si con todo ese esfuerzo tan grande yo podré tener un trabajo con un sueldo y condiciones dignas, comprar una casa, viajar , y dejar de vivir en permanente economía de guerra como hasta ahora.

Las respuestas a esas dudas son inciertas. Si decido volver del doctorado, seguramente vendré con algunos ahorros (después de partirme el lomo como mesera, bartender, y vendedora de almacén supongo) con los que viviré cómodamente mientras consigo trabajo. Ahí está el gran lío, conseguir un trabajo digno en Colombia. Si no tengo contactos y palancas en universidades o en el gobierno, se me acabarán los ahorros antes de que el dichoso y digno trabajo aparezca. Hay que tener suficientes y muy buenos contactos para volver y estar bien luego de doctorarse; de lo contrario, volver puede ser la peor pesadilla.

La otra opción es quedarse y solo volver en limitadas vacaciones de una o dos semanas. Y allá dedicarse a cualquier trabajo o a la academia, si hay suerte, y vivir mejor que acá con mayores opciones y con calidad de vida.

La otra opción es no hacer ningún doctorado, sino dedicarme a ser una diletante, a leer por mi cuenta, y destinar esos pocos ahorros a viajar y aprender del mundo y de los libros, comer rico y listo. Finalmente la formación puede seguir por cuenta propia. Lo realmente valedero de un programa de doctorado es el título que tampoco es garantía de mejor vida.

Como digo al inicio no se que pensar; por lo pronto hay algo de tiempo para decidir qué hacer. Gracias por leer estas indecisas reflexiones.

PSICOLOGA PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA

MAGISTER LITERATURA HISPANOAMERICANA INSTITUTO CARO Y CUERVO

Columna Publicada hoy miércoles 4 de marzo en el diario El Nuevo Día de Ibagué

5 comentarios:

Desencantado dijo...

Tu pregunta Mariana, tal vez tiene ahora más pertinencia que nunca. ahora que podemos ver la cosecha de aquella primera generaciòn de doctores a los que para bien o para mal pertenezco, justamente al cumplir una decada de haber hecho todo lo que ahora te preguntas si vale la pena hacer (sacar visas, pedir becas, aceptar que siempre los colombianos seremos narcotraficantes, etc..) es que me doy cuenta que pese a màs de un fracaso y de alguna tentativa de deshacer lo caminado, uno se hace doctor proque quiere, porque le da satisfacciòn, porque disfruto y continua disfrutando entregarse a un tema, conocer al profesor que leyò, conocer otras culturas y romper los absolutos en fin...ver que el mundo es grande y ajeno

Anónimo dijo...

Mi respuesta es un poco simple, pero espero que sea útil. Existen doctorados a distancia (si la idea es salir de Colombia) que permiten estancias cortas, no gastar (demasiado) dinero, salir y volver, seguir leyendo y estudiando, seguir trabajando y viviendo. Y como última opción, en Colombia se están empezando a realizar doctorados muy interesantes...

Anónimo dijo...

Tengo la misma duda que tu y la verdad a mi lo que me desanima de irme hacer el doctorado es regresar y no conseguir trabajo, es esta impotencia horrible que se siente en este pais de intentar por todos lados para saber que la unica forma de conseguir algo es a traves de una palanca.... yo no le veo mucho sentido a tener en Colombia un doctorado, pero la experiencia de salir de aqui no tiene compracion y por experiencia de vida y por hacer lo que auno le gusta y por el amor al arte..esta muy bien..por regresar tambien estaria bien si uno pudiera retribuir sus conocimientos al pais pero como ni para eso lo dejan trabajar a uno pues....

Amaranta dijo...

Ando pensando lo mismo en este momento... tu post fué en 2009, hiciste doctorado? que ha pasado hasta ahora?

Gustavo Jose Morales Carpio dijo...

Todavía este post es valido, me sigo haciendo la misma pregunta