Ayer vi esta película y me impactaron dos cosas: la fotografía y la banda sonora. La fotografía y los colores me hicieron sentir, como viendo otra vez Ciudad de Dios, una paleta de colores cálidos, tropicales, vivos y brillantes, que contrastaban con la imagen de paisajes exóticos y de color tierra que uno tenía de India.
La banda sonora me pareció vivaz, con una mezcla de ritmos, mucha percusión como tanto me gusta, muy contemporánea y considero que levanta mucho la historia que cuenta la cinta.
Con respecto a la historia, debo decir que la forma en que está contada, con ese recursos del flashback permanente y con algo inocencia, es interesante. De nuevo los lugares comunes de la miseria en las grandes ciudades y de los medios de comunicación. Las actuaciones son buenas pero no me descrestaron.
Me parece que esta película es una historia sobre la supervivencia, sobre la selección natural, y cómo el que logre más con menos es quien sale adelante. La relación de los hermanos me parece dramática pero no suficientemente explorada; Jamal y Salim daban para mucho más.
Un poco inverosímil lo de la llamada y ni que decir del encuentro con Latika y la penosa, pero divertida, coreografía del final. Igual se trata de soñar.
Nada del otro mundo una película voraginosa de hermosos y coloridos planos, de bellos primeros planos de los ojos ensoñadores de los protagonistas. Creo que el cine parece detenerse un poco y quedarse en ciertas historias y con ciertos recursos repetidos. Vale la pena verla pero no es lo máximo.
La banda sonora me pareció vivaz, con una mezcla de ritmos, mucha percusión como tanto me gusta, muy contemporánea y considero que levanta mucho la historia que cuenta la cinta.
Con respecto a la historia, debo decir que la forma en que está contada, con ese recursos del flashback permanente y con algo inocencia, es interesante. De nuevo los lugares comunes de la miseria en las grandes ciudades y de los medios de comunicación. Las actuaciones son buenas pero no me descrestaron.
Me parece que esta película es una historia sobre la supervivencia, sobre la selección natural, y cómo el que logre más con menos es quien sale adelante. La relación de los hermanos me parece dramática pero no suficientemente explorada; Jamal y Salim daban para mucho más.
Un poco inverosímil lo de la llamada y ni que decir del encuentro con Latika y la penosa, pero divertida, coreografía del final. Igual se trata de soñar.
Nada del otro mundo una película voraginosa de hermosos y coloridos planos, de bellos primeros planos de los ojos ensoñadores de los protagonistas. Creo que el cine parece detenerse un poco y quedarse en ciertas historias y con ciertos recursos repetidos. Vale la pena verla pero no es lo máximo.
1 comentario:
Un solo comentario cortico:
Lo de la coreografía del final me pareció genial, y fue así porque lo consideré algo muy honesto con la cultura cinematográfica hindú, para la cual los bailes y las canciones son algo común y corriente (nada raro encontrarse con una película -sin importar su género o la época en la que pueda estar ambientada- en la que la mitad del tiempo esté dedicada a ambas cosas (cualquier pareceido con las películas de Sandro es un infortunada coincidencia, para el cine hindú, claro)).
Saludos Mariana!
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