miércoles, 29 de abril de 2009

Columna Mariana Jaramillo El Nuevo Día : Se Cayó el proyecto de las Horas Extras

Una iniciativa del Polo que fue tumbada con las clásicas artimañas del gobierno. La semana pasada se cayo el proyecto que buscaba que de nuevo a los colombianos se les pagaran las horas extras y no seguir con esta reforma absurda e injusta que nos clavó Uribe con la ley 789 de 2002 en la que la jornada nocturna empieza a las 10 de la noche.

La iniciativa, como era de esperarse, se cayó con 81 votos en contra y solo 10 a favor. Todo porque el presidente llamó a los de su bancada y les dijo que en tiempo de crisis como iban a probar eso, que aprobando esa ley solo conseguirían despidos y los borricos congresistas hicieron caso. Además la votación debía darse durante 5 minutos y resulta que esta vez esperaron 26 minutos para que hubiera suficientes borricos que hundieran la iniciativa.

Es paradójico que el gobierno esté de los pelos por firmar un TLC con Estados Unidos mientras permite que iniciativas que buscan dignificar las condiciones laborales se hundan. Si el gobierno quiere TLC tiene que demostrar con hechos, cifras y legislación que quiere que sus trabajadores tengan condiciones de mínima dignidad. Pero Uribe hace todo al revés.

El otro aspecto grave del hundimiento de esta iniciativa, tiene que ver con la independencia de poderes. Es evidente que los tentáculos de Uribe están por todas partes y hacen su voluntad. El presidente no está permitiendo que el congreso sea independiente sino que está buscando sus propios intereses. De esta manera Uribe demuestra qué es lo que quiere con la reelección que es meter sus narices en todo y no permitir que nada se escape a sus tentáculos.

No entiendo por qué en las noticias no le dieron la importancia a esta noticia que es muy importante para los empleados colombianos. Creo que a Uribe ni a los medios, les importan los colombianos, solo les importa a los medios el rating y quedar bien, y a Uribe seguir para siempre en la Casa de Nari.

A la oposición le falta hacer bulla, hacer visibles sus pequeñas luchas, sus intentos de hacer las cosas bien. La oposición debe buscar aliados estratégicos para hacer visibles sus movidas para que los ciudadanos conozcan también las fallas del gobierno y sus actuaciones puercas e inescrupulosas.

Me parece muy grave que precisamente ahora esa iniciativa de reformar las horas extras se caiga. Así las condiciones laborales serán cada vez más precarias y la plata que ganamos colombianos cada vez alcanzará menos.

PSICÓLOGA PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA

MAGISTER LITERATURA HISOANOAMERICANA INSTITUTO CARO Y CUERVO

Columna publicada hoy miércoles 29 de Abril de 2009 en el Diarío El Nuevo Día de Ibagué

5 comentarios:

pippo dijo...

hey pues bien me parece que te manifiestes al respecto no oibastante y a pesar de ser anti uribista de sangre, considero que una inicitiva de esa magnitud debe ser abordada con una mirada mucho mas profunda. no se deben considerar unicamente cuestiones como la dignidad o mejora de condiciones laborales, es necesario tener en cuenta cuestiones que pueden afectar dierectamente a la economia nacional y a los pequeños empresarios que no cuentan con las posibilidades de desembolsar pagos "extras", ademas de la inoportuna espextativa, en los trabajadores, con poco futuro en razon a su falta de sustento en el sector real de la economia.

Carlos Javier dijo...

¡Hola Mariana!

Dos cosas:

1. Por una parte, gravísimo lo que está ocurriendo en el Congreso Colombiano (por cierto, el problema no es endémico de por aquellos lares, aquí, más al sur, noticias como esa son pan de cada día). Es inaceptable que la mayoría de los miembros de la Cámara no hagan valer la autonomía constitucional que al Congreso le corresponde. Digo esto por si acaso es cierto lo que se dice en el País sobre las palabras de Carlos Fernando Motoa: "esa fue la orden". Simple y llanamente intolerable. Un grosero atentando a la esencia misma del republicanismo y la democracia.

2. Y por otra, te soy franco, no se hasta qué punto hubiera sido favorable aprobar esa ley.

Me puse a hacer un ejercicio a ver cuáles serían las diferencias entre un régimen y otro, y esto fue lo que me salió:

(¡Advertencia!: hace mucho, muuucho que no hago una liquidación, así que las cifras que utilizo bien pueden no ser las exactas -aun cuando no estén muy lejos de la realidad-)

a. Régimen actual (jornada diurna de 06:00 a 22:00)

Imaginémonos a un trabajador que labore la jornada ordinaria (8 horas diarias y 48 semanales), que su horario sea de 08:00 a 18:00 y que se gane el mínimo mensual (jum, tan difícil). Su salario sería de: $497.000.

El salario por día de este trabajador sería entonces de (mensual/30) $16.566,66; y el valor de una hora de su trabajo es igual a (día/8) $2.070,83.

Supongamos ahora que su empleador está autorizado por el Ministerio de Protección Social para que ese trabajador pueda laborar el máximo de horas extras permitidas por la ley: 12 horas semanales.

Con el recargo actual establecido por el art. 168 del CST (+0.25), cada hora extra que trabaje ese trabajador tendría un valor de $2.588,53, lo que a la semana (12 horas) vendrían siendo unos $31.062,36, y por mes (valor extras por semana * 4.28 (constante de liquidación)) $132.946,90.

Eso, $132.946,90, sería lo que un empleador tendría que pagarle por horas extras a un trabajador que labore la jornada ordinaria, de 8 a 6 y que se gane el mínimo.

b. Régimen del proyecto 079 de 2008 (archivado)

De haber prosperado el proyecto de ley, la jornada diurna de trabajo estaría comprendida entre las 06:00 y las 18:00. Con lo cual, el trabajo suplementario (extra) del trabajador de nuestro ejemplo, ya no sería diurno, sino nocturno; y en consecuencia, su remuneración tendría un sobrevalor del +0.75%.

Así, el valor de una hora de trabajo extra nocturno sería, ya no de dos mil y pico de pesos (como en el régimen actual), sino de $3.623,95.

Las 12 horas extras semanales del trabajador harían un total de $43.487,4, lo que mensualmente se traduciría en $186.126,07.

c. Diferencia:

Tomando estos guarismos como referencia, la diferencia entre uno y otro régimen sería de ($186.126,07 - $132.946,90) $53.179,17.

*****

Francamente no se si $53.000 hagan diferencia alguna a favor de un trabajador. Es cierto, pueden servir de algo, a nadie le sobran cincuenta mil pesos, pero creo que reformar la ley actual para darle esos 50 mil a un trabajador no van a resolver nada, y por el contrario, pueden generar consecuencias diferentes a las que se buscan.

Imagínate a un microempresario para quien trabajen 10 personas, las 10 autorizadas para trabajar 12 horas extras semanales, si se modificara el régimen actual, estaríamos hablando de más de $500.000 que tiene que pagar el microempresario para cubrir el excedente del pago de las horas extras según la norma modificatoria. Es decir, lo que bien podría ser el salario de un trabajador más.

Ahora, no está bien equiparar el 99% de los empresarios colombianos (que son microempresarios) a Julio Mario Santodomingo o a mi paisano don Carlitos Ardila Lulle. No se hasta qué punto pueda uno atreverse a decir que el 99% de los empresarios colombianos están haciendo chichas y guacharacas con esos 500 mil pesos que no están teniendo que pagar según la regla de la ley 789.

Además, el escenario ha cambiado, el consumo, como tu lo sabes, está por el piso, y eso inevitablemente, tarde que temprano, habrá de afectar a la gran masa de microempresarios en Colombia. Y si no hay empresa, la ecuación es simple, si no hay empresa, pues no hay empleo, y ya no estaríamos hablando de $53.000, sino de un salario completo.

Pienso que debemos ser prudentes, y que este no es el mejor momento para hacer reformas que, aunque tienen sentido, parecen más actos de populismo, que proyectos de ley que nos lleven a algún lado.

¡Saludos!, y perdón por lo extenso.

Lo seguimos charlando.

Gaviota dijo...

Difícil situación. Sin embargo, en este caso soy más del parecer de Mariana que el de pippo o Carlos Javier.

Personalmente, considero que la jornada laboral ordinaria fue un triunfo de los trabajadores para evitar su explotación cuasi-esclavista. La modificación que se introdujo por en el 2002 buscaba reactivar la economía reemplazando horas extra por puestos de trabajo. Esto no funcionó, evidentemente.

Sin embargo, sí es claro que en la actualidad, los empresarios parten del hecho de que las horas extras son como un apéndice de la jornada laboral y no conciben trabajar sin hacer uso de ellas a bajo costo. Considero que el problema es de diseño empresarial, por cuanto se están valiendo del capital humano subvalorado para sacar cuentas.

Tornaron lo excepcional en regla general, y ahora se rasgan las vestiduras por retornar a un régimen un poco más justo para el trabajador.

Solo basta recordar que probablemente quienes tienen derecho a estos beneficios son "trabajadores de dirección, confianza y manejo", así no lo sean, y por lo tanto, sujetos a un poco más de explotación.

Felicitaciones por el ingreso Mariana.

Carlos Javier dijo...

Dices muchas cosas ciertas, amigo Gaviota, para comenzar, que se trata de una situación difícil. Eso está claro.

También lo es que infortunadamente la excepción se ha hecho regla: el trabajo suplementario debe ser algo excepcional y no lo contrario. Ni qué decir sobre el caso que tantas veces has criticado de los "trabajadores de confianza".

Ahora, sobre si las reformas al régimen laboral de la ley 789 funcionaron o no, pues bueno, estamos en el medio de un cúmulo de información contrapuesta. Por un lado están entidades como el DANE o gremios como ANDI que nos muestran cifras que dicen que las plazas de empleo han aumentado desde el 2002 hasta aquí, atribuyéndole ese crecimiento a la ley 789. Mientras que por otro lado está la realidad que nos dice que conseguir empleo en colombia cada vez se parece más a un deporte extremo.

Quizás y con todos los prejuicios que uno pueda hacerse, lo que se ve tanto de un lado como del otro del problema puede ser cierto. Seguramente hay más empleos (de salario mínimo)en Colombia, pero también seguramente no dan abasto cubrir todos cuantos se necesitan.

¡Qué se yo! Uno se pone a escribir sobre esto, a pensar un rato, y termina inevitablemente desconsolado. Triste.

De todas maneras mantengo mi posición: no creo que este sea el mejor momento para hacer una modificación legal como la del proyecto que se archivó.

Y si, también es cierto que el modelo que impera en las estructuras internas de la mayoría de las empresas colombianas quizá no es el mejor, y como tantas otras cosas en nuestro tiempo, está llamado a cambiar (a optimizarse, para hablar en términos de ética hacker).

Saludos!

Mariana dijo...

Gracias a todos por los coemnatrios pues ha dirigido la discusión hacia lugares a los que hay que mirar aunque no nos guste. Muchas gracias por sus comentarios que de verdad me dejaron pensando pero d enuevo me aferro a mi posición. Gracias por la diversidad un abrazo a todos