Puede estar traqueado el tema pero es que hay que tocarlo. No se puede pasar por alto que el patrón de finca que tenemos de presidente, cegado por su godarria intransigente, se quiere meter en donde no debe, no le toca y no puede.
El intento de penalizar la dosis personal es retroceder en cuanto a jurisprudencia y garantías en el ejercicio de derechos fundamentales. No hay que preguntarse qué pretende este tipejo, es obvio que quiere imponer su régimen, dedicarse a controlar a Vigilar y Castigar (Foucault). No teniendo otros argumentos más sólidos ni de programa de gobierno, sino la pura gana de quedarse con todo los beneficios que da el poder, y un deliro mesiánico, lo suyo es sembrar el miedo, reprimir y prohibir. Poder a través del miedo.
Dictadura es lo que nos corre pierna arriba, si como ciudadanos permitimos que este granuja se quede otro período. Querer volver a penalizar la dosis personal es permitir que el Estado se inmiscuya en una jurisdicción en donde lo que debe primar es el libre albedrío de cada quien. Mientras el consumo de droga no dañe o interfiera en el ejercicio de los derechos y libertades de de otros, no veo por qué razón el Estado se mete. Lo dice la sentencia c-221 de 1994 del Magistrado Carlos Gaviria quien examina la dosis personal a la luz del derecho consagrado en el artículo 16 de
Este argumento es contundente. Pero ahora don Patrón, ha salido a decir que en un país que ha sufrido los rigores de la guerra del narcotráfico no es ético que permita la dosis personal. Que discurso más vacío, que ganas de enredar, que lengua de culebrero paisa. Que penalizando va lograr reducir el número de adictos y rehabilitar a los consumidores. Que tipo tan iluso y tan astuto. Esos argumentos se caen con cifras y con costos de tratamiento. Si quiere disminuir esas cifras, invierta en educar para prevenir, en enseñar, pero no en prohibir; bien se sabe que siempre lo prohibido es lo más codiciado y además en términos de mercado lo prohibido, por difícil de conseguir, es más caro. Prohibir NO es la forma de atacar el problema de la droga y el narcotráfico.
Debería invertir más plata en inteligencia, en hacer seguimiento a expendedores y en sancionar duramente a policías corruptos que se dejen untar la mano de jíbaros. Con seguimiento y una policía limpia sería más fácil descubrir y capturar redes de vendedores y traficantes para disminuir la oferta si eso tanto le preocupa. Ya se pronunciaron sobre este tema un grupo de expresidentes latinoamericanos que dijeron que la penalización de la dosis mínima no es la solución.
Pero no, este godo recalcitrante se mete por donde no debe. Espero que
La Ñapa: Espero que esta nueva corte tan cuestionada y con razón, sea capaz de decir que no a la reelección con argumentos jurídicos sólidos y sin miedo al patrón. La corte debe pensar en hacer su tarea que es regular y mantener los poderes.
PSICÓLOGA PONTIFICIA UNIVERISDAD JAVERIANA
MAGISTER LITERATURA HISPANOAMERICANA INSTITUTO CARO Y CUERVO
Esta columna sale hoy miércoles 1 de abril en el diario El Nuevo Día de Ibagué.
Para complemnetar les dejo dos columnas de opinión que salieron ayer en El Espectador muy acordes con mi columna
Columna del Constitucionalista Rodrigo Umprimny
3 comentarios:
Marianilla esta muy buena la columna, te felicito, asi es que me gustan combativas. En el cuarto párrafo creo que hay un error porque dice lo siguinte: "...Prohibir es la forma de atacar el problema de la droga y el narcotráfico..." me imagino por el contexto que es "...Prohibir NO es la forma..."
Claro querido que es NO y mil veces NO, gracias por pillarsela, y eso que corregi como loca, pero bueno. gracias ahora le editaré. Lo espero más seguido por aca Abrazo MARIANA
Me gustó mucho tu columna, Mariana.
Rafael Orduz (raforduz@hotmail.com)
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